TÉCNICAS OPERANTES PARA LA REDUCCIÓN O ELIMINACIÓN DE CONDUCTAS
1.Reforzamiento diferencial de otras conductas (RDO)
Se trata de evitar el
reforzamiento de la conducta a reducir o eliminar y a cambio reforzar conductas
alternativas. Hay varios tipos:
Reforzamiento Diferencial de conductas
Incompatibles (RDI).
Consiste en reforzar
una conducta que es incompatible con la conducta a eliminar. Al incrementar la
frecuencia de emisión de la conducta incompatible, se reduce la conducta
problema. Por ejemplo, si un niño se está mordiendo las uñas y se le refuerza
cada vez que inicia la conducta de dibujar o cualquier otra actividad que
implique utilizar las dos manos, se estaría utilizando este tipo de
reforzamiento diferencial.
La eficacia de la técnica es muy alta cuando se aplica
adecuadamente; es especialmente útil con personas
difíciles y de alto riesgo, en la
formación y entrenamiento de familias que tienen hijos con problemas de
comportamiento.
Reforzamiento Diferencial de
conductas Alternativas (RDA).
Cuando no es posible
encontrar respuestas incompatibles con la conducta problema, se puede llevar a
cabo reforzamiento diferencial de conductas alternativas. En primer lugar,
sería conveniente elegir aquellas conductas que, si bien si no son
incompatibles, son conductas que podríamos decir que compiten con la conducta
problema. Por ejemplo, jugar al balón, o leer, son conductas que no son
incompatibles como ver la TV, pero pueden competir con ella.
Es una técnica muy eficaz, aunque de resultados lentos por lo que
no se aconseja cuando la modificación de la conducta es urgente. Se aplica con
notable éxito para extinguir conductas de niños y adolescentes con problemas de comportamiento y de
impulsividad.
Reforzamiento Diferencial de
conductas funcionalmente equivalentes.
Se trata de reforzar
conductas alternativas a la conducta problema que permiten alcanzar las mismas
metas, pero de forma más adecuada o adaptativa. Por ejemplo, un niño puede
tener hambre y querer comer, pero lo pide chillando o lloriqueando. En este
caso, se reforzaría cualquier conducta que implicara expresar su deseo de comer
de forma adecuada. Requiere la evaluación sistemática de las consecuencias de
la conducta problema para seleccionar conductas alternativas a reforzar que
lleven al individuo a conseguir la misma meta (e.g. comer).
Reforzamiento Diferencial de tasas
bajas de respuesta
Puede ser el más
efectivo cuando la frecuencia de la conducta inadecuada es muy alta o cuando
hay pocas conductas alternativas en el repertorio habitual del individuo. Por
ejemplo, en la emisión constante de conductas verbales malsonantes, puede ser
más efectivo aplicar reforzadores cuando se reduce la frecuencia de emisión,
que esperar que se den en las mismas situaciones respuestas verbales más
apropiadas. Sería igualmente oportuno utilizar el reforzamiento de tasas bajas
de respuesta con niños hiperactivos que están constantemente levantándose de la
mesa. Una reducción estipulada en el número de veces que se levante de la mesa
sería reforzada; a medida que se consigue la reducción de la tasa establecida,
se va distanciando cada vez más el reforzador hasta llevar a reforzar
únicamente no levantarse ninguna vez de la mesa.
Los resultados de la
aplicación de la técnica son positivos, pero bastante lentos. Si no se aplica
adecuadamente, se corre el riesgo de: (a)reforzar, sin advertirlo, otras
conductas inadecuadas, (b) de desmotivar al sujeto cuya conducta se trata de
modificar y (c) de provocar la emisión de conductas incompatibles con la que se
está trabajando.
Ventajas y desventajas del
Reforzamiento Diferencial de Otras conductas (RDO)
Ventajas:
·
La
facilidad de su implementación y el éxito demostrado para el tratamiento de
numerosos problemas (Cooper, Heron y Heward, 2007; Poling y Ryan, 1992; Wallace
y Najdowski, 2009).
Desventajas:
·
Lentitud
en la reducción de la conducta problema.
2.Extinción
Teniendo en cuenta que
las conductas se mantienen por sus consecuencias, si la conducta deja de tener
de consecuencias, dejará de realizarse.
La extinción consiste
en dejar de reforzar una conducta previamente reforzada. Los procedimientos de
extinción se suelen llevar a cabo con conductas que se mantienen por
reforzamiento positivo, aunque también se utiliza para la reducción de
conductas mantenidas por reforzamiento negativo.
Para que funcione la
extinción es necesario que estén claramente identificados los reforzadores que
mantienen la conducta para que dejen de suministrarse. Por ejemplo, el
reforzador que está manteniendo la conducta que se desea extinguir puede
provenir de padres o educadores, pero también de otras personas significativas
como compañeros y amigos. El padre puede estar reforzando la conducta de decir
tacos de un adolescente al regañarle continuamente, pero puede ocurrir que,
aunque deje de hacerlo, prosiga porque está siendo mantenida por el reforzador
que supone las sonrisas de admiración que provoca en los hermanos o amigos.
Cuando la fuente de reforzamiento es múltiple, el proceso de extinción de la
conducta problema puede ser difícil, porque para que la extinción fuera eficaz
sería necesario que todas las personas que están reforzando la conducta dejaran
de hacerlo.
Variables que influyen en la eficacia del
proceso de extinción:
·
El programa de reforzamiento que está manteniendo la conducta problema.
Cuando el programa de reforzamiento
es continuo, el proceso de extinción se suele llevar a cabo con mayor rapidez
que cuando el programa de reforzamiento es intermitente. Del mismo modo, cuando
mayor es el intervalo de tiempo en el que se suministra el refuerzo
intermitente, mayor será también la resistencia de la conducta reforzada a la
extinción.
·
La cantidad de reforzador que se suministra y durante cuánto tiempo.
Cuanto mayor sea la cantidad de
reforzador y el tiempo durante el cual se ha suministrado, mayor será la
resistencia a la extinción.
Características más importantes del
proceso de extinción
(Kazdin, 1994):
·
El
proceso de extinción es gradual en
cuanto a su efecto en la reducción de la conducta. Por tanto, no sería la
técnica más efectiva para eliminar conductas agresivas o lesivas para uno mismo
o los otros.
·
Estallido de la extinción. Cuando se comienza el programa de
extinción, la ausencia de reforzamiento de una conducta suele conducir a un
incremento significativo de su intensidad o frecuencia. Por ejemplo, las
rabietas o gritos de los niños cuando quieren que les den o compren algo.
Cuando esto ocurre para que el niño no grite y llore, le compra o da lo que
desea. Cuando se comienza el programa de extinción a la conducta de gritos y
rabietas como forma de conseguir lo que desea, se suelen incrementar estas
conductas hasta límites a veces difíciles de tolerar. En estos casos si no se
aguanta el tiempo suficiente hasta que la conducta vaya decreciendo y, en
cambio, se presta atención para que termine la conducta de gritos y llanto, la
extinción no sólo no se producirá, sino que la conducta se verá nuevamente
reforzada.
·
Recuperación espontánea. u de haber reducido una conducta
por falta de reforzamiento, puede aparecer nuevamente o incrementarse. No
obstante, si se mantiene la ausencia de reforzamiento, la conducta volverá a
decrecer.
La eficacia de la extinción se
incrementa cuando se combina con reforzamiento positivo con la conducta
incompatible o con conductas alternativas adecuadas. Algunas de las razones por
las que se considera más eficaz el uso conjunto de la extinción con el
reforzamiento positivo:
·
La
identificación estricta de los reforzadores que mantienen la conducta a
extinguir puede llevarse a cabo de forma menos estricta ya que el incremento de
la conducta alternativa por efecto de reforzamiento facilita la extinción de la
conducta problema.
·
Los
efectos negativos que pueden acompañar a la extinción tienen menos probabilidad
de ocurrencia si la conducta alternativa reforzada reemplaza o sustituye a la
conducta problema en extinción.
·
La
extinción reduce la emisión de la conducta problema, pero no permite
reemplazarla puesto que no interviene la instauración o incremento de conductas
alternativas. Extinguir la conducta de queja como forma de relacionarse no
implica que la persona utilice otras conductas más adecuadas para hacerlo.
La extinción también
puede ayudar a eliminar conductas mantenidas por reforzamiento negativo. En
este caso, las conductas a eliminar o reducir suelen ser conductas que permiten
escapar o evitar situaciones aversivas. Por ejemplo, ponerse a llorar para no
ir al colegio es una conducta inadecuada que puede estar manteniéndose por
reforzamiento negativo si al emitirla logra dejar de ir al colegio, escapando
con ello de una situación que le resulta aversiva o desagradable. En este caso,
la extinción a la conducta de llanto, haciendo que no sirva para evitar ir al
colegio permitirá extinguir la conducta de escape ante esa situación aversiva.
En el caso de los trastornos de ansiedad, la exposición a la situación temida, por ejemplo, subir a un
avión sin permitir reforzar la respuesta de escape, (e.g. bajarse del avión
porque le produce ansiedad) implica llevar a cabo un procedimiento de extinción
del reforzamiento negativo que mantiene la conducta de temor.
3. Coste de respuesta
Consiste en retirar un
número de reforzadores a la persona cuando emite la conducta que se quiere
extinguir; la retirada de los reforzadores ha de hacerse inmediatamente después
de la emisión de la conducta. Es muy eficaz y rápida para conseguir que se respeten las normas de convivencia en
el grupo familiar; puede volverse ineficaz y peligrosa si se aplica a personas
que no tienen posibilidades de conseguir reforzadores o a las que han sufrido
durante mucho tiempo castigos. Aplicada respetando algunas condiciones aumenta
su eficacia; destacamos las siguientes:
·
Posibilitar
que la persona pueda obtener reforzadores por otros medios.
·
Ensayar
distintas magnitudes de costo de forma que no supere la capacidad de respuesta
y de motivación
·
Empezar
el tratamiento con un nivel de costo alto, aunque sin llegar a la saturación.
·
Mantener
el nivel de costo durante un tiempo
·
Explicar
las reglas por las que se rige la técnica
·
Explicar
la importancia y necesidad de que aprenda a autorregular el comportamiento
·
No
aplicar reforzadores aversivos o castigos
La retirada de puntos
o del carnet de conducir por cometer una infracción de tráfico es un ejemplo de
coste de respuesta como procedimiento de castigo. Uno de los aspectos que hace
más efectivo el coste de respuesta es la entrega de reforzadores positivos si
se incrementa la conducta adecuada, es decir, cuando por volver a respetar las
normas de tráfico, se recuperan los puntos perdidos e incluso se incrementan
por su cumplimiento.
4.Economía de fichas
Consiste en utilizar
como reforzador fichas que posteriormente pueden canjearse por otros refuerzos
más valiosos para quien los recibe. Componentes de la técnica (Kazdin, 1985):
·
La
ficha propiamente dicha
·
Las
recompensas o refuerzos por los que se puede canjear la ficha
·
Las
reglas que rigen el intercambio entre ficha y el reforzador por el que se
canjea la ficha.
Como fichas se puede
utilizar cualquier material o instrumento agradable, manejable, fácil de
dispensar y reconocible como valor por quien la recibe. Las recompensas o
refuerzos por los que se canjean las fichas ha de ser un refuerzo positivo que
sea valorado como tal por el que lo recibe; la elección de uno u otro se hace
en función de las características de la persona, de la calidad de la respuesta
emitida y del esfuerzo realizado; son muy efectivos, en todo tipo de personas y
situaciones, los reforzadores basados en el
principio de Premack
principio de Premack
cualquier actividad agradable de la vida cotidiana, utilizada
como reforzador, aumenta la probabilidad de que las conductas deseadas se
emitan, aumenten y se generalicen a ambientes diferentes de aquellos en los que
llevó a cabo el entrenamiento.
Se trata de una
técnica útil en el campo educativo, social y el familiar. Muchos programas
basados en la economía de fichas se están aplicando en residencias para
deficientes mentales, en centros de tratamiento de día, en centros de menores,
en prisiones y en la institución familiar para tratar tipos diversos de
comportamiento; también en problemas de trastornos alimenticios (anorexia,
bulimia) y de niños afectados de autismo de grado medio. Existen experiencias
de tratamiento de adultos con daño cerebral, y de niños con problemas del
habla. En la actualidad se está utilizando con mucho éxito con niños
impulsivos, tartamudos, personas con problemas psicosomáticos, drogadictos,
sujetos con sobrepeso, ancianos y sujetos con demencia. Se ha convertido en uno
de los métodos de tratamiento conductual más versátiles. Las condiciones de
aplicación son similares a las de la técnica coste de respuesta:
·
Identificación
de las conductas potencialmente susceptibles de modificación
·
Selección
de las conductas que se van a modificar
·
Formulación
de objetivos-conductas que se van a reforzar
·
Elección
de las fichas que se van a administrar
·
Especificación
de las recompensas por las que se van a canjear las fichas
·
Elaboración
del sistema de seguimiento y evaluación
·
Aplicación
de la técnica
·
Seguimiento
·
Evaluación
del proceso seguido y de los resultados alcanzados
Hoja de control de la Economía de
Fichas
Conductas-objetivo
|
Fichas
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Recompensas
|
|
|
|
Economía de
Fichas. Hoja control: seguimiento y evaluación
Conductas-objetivo
|
Fechas
|
|
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Observaciones:
|
Observaciones:
|
5.Tiempo fuera de reforzamiento
Consiste en separar
temporalmente al sujeto cuya conducta se desea extinguir del lugar en el que
operan los reforzadores; dicha separación ha de hacerse inmediatamente después
de la emisión de la conducta disruptiva. Es una técnica muy utilizada en la orientación
familiar y en la vida. Por ejemplo, el niño que molesta porque grita, pega a su
hermano... lo mandamos durante un tiempo a otros espacios de la casa en los que
no pueda disfrutar de reforzadores.
La eficacia de la
técnica aumenta si se aplica controlando algunas variables:
·
El
lugar en el que se produce la conducta disruptiva y del que separamos al sujeto
tiene que ser reforzante para él; al mandarlo fuera se le priva de reforzadores
que le agradan.
·
El
lugar al que se desplaza al sujeto debe estar desprovisto de reforzadores
·
El
tiempo de permanencia en la zona no reforzante debe ser corto para que la
persona no descubra nuevos reforzadores o supere el nivel de frustración. En
general se considera que 5 minutos o menos sería suficiente en niños pequeños.
Barkley (1987) recomienda que en niños mayores de 5 años, una regla podría ser
incrementar un minuto por año.
·
Conviene
que el sujeto conozca la posibilidad que tiene de sufrir la separación del
lugar y las condiciones en que se hará.
·
Debe
emplearse la técnica con precaución, evitando la confrontación verbal y mucho
más la física.
·
Es
necesario reforzar las conductas positivas de sujetos sometidos con mucha
frecuencia a “tiempo fuera de reforzamiento”; esto ayuda a extinguir las
conductas molestas sin tener que recurrir constantemente a sacarlos del lugar
de reforzamiento.
Es una técnica útil
para modificar una amplia variedad de comportamientos disruptivos como
molestar, requerir la atención constantemente, insultar, agredir,
autoagredirse, destruir materiales, controlar rabietas.
6.Sobrecorrección
Consiste en hacer que la persona que
alteró el ambiente; destruyó materia... lo restaure devolviéndole el estado
original o lo mejore. La realización de tareas que exigen algún tipo de
esfuerzo no se consideran técnicas de castigo, puesto que la tarea a realizar
puede resultar incómoda o molesta, pero no aversiva, no cumpliendo por tanto
ninguna de las dos condiciones de castigo: la introducción de un estímulo
aversivo o la pérdida de un reforzador positivo.
La Sobrecorrección es
una penalización por llevar a cabo una conducta o acción inadecuada que tiene
dos componentes: 1) restitución y 2) práctica positiva.
La restitución
consiste en corregir los efectos negativos causados por la conducta inadecuada.
Por ejemplo, en el caso de la conducta vandálica, pagar los desperfectos ocasionados.
La práctica positiva
implica llevar a cabo repetidamente, incluso de forma exagerada, una conducta
adaptativa apropiada. Por ejemplo, en el caso anterior, limpiar las calles que
han ensuciado y las adyacentes durante varios días.
En algunas ocasiones,
sólo se utiliza uno de los componentes de la Sobrecorrección. Por ejemplo,
cuando no es posible corregir las consecuencias sociales o ambientales, sólo se
utiliza la práctica positiva.
A diferencia del
castigo, la sobrecorrección cumple una función educativa al incluir como parte
de la técnica el entrenamiento en la práctica de conductas alternativas o
incompatibles con la conducta inapropiada.
Es una técnica muy
eficaz porque los efectos son rápidos, la duración en el tiempo larga y el
nuevo aprendizaje se generaliza fácilmente a otras conductas y situaciones. No
obstante, conviene respetar algunas reglas entre las que destacan:
·
La
sobrecorrección ha de aplicarse inmediatamente después de la emisión de la
conducta disruptiva
·
Mientras
dura la aplicación, se ha de impedir que el transgresor tenga acceso a otros
reforzadores.
·
Es
conveniente que se aplique en las condiciones de “tiempo fuera”
·
Mientras
el sujeto restaura el ambiente, no se le ha de prestar ningún tipo de atención
y menos de aprobación
·
El
tiempo dedicado a la restauración ha de ser corto
·
Las
actividades que conllevan la sobrecorrección han de realizarse sin pausas, sin
evitar las dificultades que impliquen y los esfuerzos que conlleve.
Ha mostrado ser muy
efectiva en numerosos problemas, tal como recogen diversos estudios (Foxx y
Bechtel, 1983), entre los que cabe destacar conductas agresivas, enuresis, conductas poco cívicas o falta de
modales.
7.Saciedad y práctica negativa
Consiste en aplicar
durante un corto lapso de tiempo, el reforzador hasta llegar al nivel de
saturación; la técnica está basada en la experiencia cotidiana: consumir
durante un tiempo el mismo reforzador cansa, desmotiva y puede llegar a
convertirse en algo molesto y aversivo. Por ejemplo, al niño que escribe en la
puerta de los servicios, se le puede mandar que escriba en el encerado durante
el tiempo que el administrador de la técnica decida. Por las implicaciones
aversivas que conlleva, conviene aplicarla respetando algunas reglas:
·
Utilizar
durante un tiempo prudencial; más de 15 minutos puede resultar excesivo e
incluso peligroso, aunque este tiempo puede variar en función de la edad y
otras características del sujeto al que se está aplicado.
·
No
hacer pausas durante el consumo del reforzador hasta llegar a un nivel muy
próximo a la saturación
·
No
utilizarla si se prevé que podrían derivarse daños físicos o riesgos de otro
tipo
8.Castigo
Consiste en la
aplicación de un reforzador aversivo o en eliminación de otro positivo como
consecuencia de la emisión de conductas negativas, desadaptadas o socialmente
rechazadas. No implica necesariamente dolor o coacción física; no es un medio
de desquite, ni una represalia; se justifica sólo en función de la conducta
posterior, es decir, si disminuye la frecuencia de emisión de la conducta
disruptiva o si desaparece.
El castigo, a pesar de
la prevención que suscita, está presente habitualmente en la vida cotidiana. De
hecho, en la regulación de normativas sociales y jurídicas suelen especificarse
las sanciones que acompañarán a su incumplimiento (e.g. multa por exceder la
velocidad establecida, , por robar o matar, suspenso por no alcanzar los
resultados académicos....)
Castigo positivo
Se entiende como la
reducción de la frecuencia futura de una conducta cuando tras su emisión se
presenta un estímulo aversivo.
Castigo negativo
Existen dos tipos:
Tiempo fuera de reforzamiento y Coste de respuesta
Los tipos de castigos más habituales son
dos:
·
El
castigo por aplicación. Se aplica un
estímulo aversivo como, de la emisión de la conducta, por ejemplo, dar un
tortazo después de haber desobedecido.
·
El
castigo por supresión. Se suprime un
reforzador positivo como consecuencia de la conducta no deseada, por ejemplo,
privar al niño de jugar con su juguete preferido.
De todas las técnicas
descritas, el castigo es el que acumula mayor cantidad de estimulación
aversiva, por lo que su utilización ha de hacerse de forma controlada, bajo
condiciones especiales y cuando otras técnicas menos aversivas no hayan dado
resultado; de lo contrario puede perder efectividad y provocar efectos
secundarios o colaterales negativos como los siguientes:
·
Puede
provocar respuestas emocionales negativas en quien lo recibe y no controlables
para el que lo administra
·
Por
imitación o modelado, puede convertir al castigo en castigador.
·
Deteriora
la relación entre castigado y castigador, con lo que las interacciones
aversivas aumentan; en las familias se deterioran mucho las relaciones
·
Refuerza
al castigador con riesgo de convertirlo en maltratador
·
Deteriora
el autoconcepto en general y sobre todo los niños y adolescentes, de las
personas vulnerables, débiles e inseguras.
·
Acostumbra
al castigo por lo que pierde efectividad y aumentan los efectos negativos.
·
Puede
producir lesiones físicas
·
La
persona castigada sistemáticamente puede convertirse en rechazada social.
No obstante, pueden
darse situaciones en las que el castigo se considere necesario; en estos casos
será más efectivo si se aplica teniendo en cuenta algunas condiciones como:
·
Impedir
que la persona que pueda huir del castigo mediante el escape
·
Aplicar
el castigo inmediatamente después de la emisión de la conducta negativa
·
Adecuar
la intensidad del castigo a falta cometida
·
Eliminar
los reforzadores que mantienen la conducta que se quiere extinguir.
·
Reforzar
positivamente las conductas incompatibles con la que se quiere eliminar.
·
Informar
a las personas susceptibles de ser castigadas qué conductas pueden ser objeto
de castigo y el tipo del mismo.
·
Posibilitar
a los sujetos susceptibles de ser castigados la emisión de conductas
alternativas.
9.Inhibición recíproca o desensibilización sistemática
La inhibición recíproca
se fundamenta en las teorías de Wolpe (1958) y en sus desarrollos posteriores;
su finalidad última es reducir y extinguir conductas de ansiedad; consiste en
presentar de forma simultánea estímulos que provocan respuestas incompatibles,
de tal forma que la dominante conlleva la inhibición recíproca de la otra. Por
ejemplo, el niño que tiene fobia a la oscuridad y desarrolla estados de
ansiedad al acercarse la hora de dormir, podrá superarla si junto a los
estímulos ansiógenos (oscuridad) se presentan otros como la presencia de la
madre, caricias, una lucecita..., capaces de provocar respuestas incompatibles
(seguridad, relajación) con la primera; la relación oscuridad-ansiedad se
debilitará progresivamente llegando a desaparecer.
Con la aplicación de
la técnica se consiguen buenos resultados; el proceso puede ser más lento o más
rápido según las características del sujeto, la competencia del administrador y
otras variables relacionadas con el contexto. Los expertos sugieren la
siguiente forma:
1.
Construcción de la jerarquía de
ansiedad
En esta fase se elabora una lista de
estímulos provocadores de la ansiedad (personas, objetos, lugares,
sentimientos, desaprobación social, sensación de pérdida de control...), se
clasifican y ordenan según la cantidad de ansiedad que provocan.
2.
Construcción de un menú de
actividades que alivian la ansiedad
En esta fase se elabora una lista de
actividades agradables que pueden aliviar la ansiedad si se realizan en
presencia de la estimulación ansiógenas. Para cada uno de los estímulos
provocadores de ansiedad jerarquizados en la etapa anterior se ha de escoger
una actividad.
3.
Exposición gradual del sujeto a la
situación ansiógena
La fase se inicia exponiendo al
sujeto a la situación que le provoca menor grado de ansiedad; cuando la supera
se le pasa a la siguiente y así sucesivamente hasta llegar a la situación de
máxima ansiedad en la jerarquía establecida en la fase primera.
La técnica da muy
buenos resultados si se combina con otras técnicas como el refuerzo positivo de
los logros, la relajación, el ensayo de conducta y cualquiera de las
estrategias para el desarrollo de habilidades sociales y control de situaciones
dificultosas.
Una modalidad de la
desensibilización sistemática es la imaginación
emotiva. Consiste en asociar a un estímulo que provoca ansiedad, otro
estímulo de naturaleza agradable e incompatible con el ansiógeno. Es muy eficaz
para extinguir miedos y fobias de los niños. En su aplicación se recomienda
seguir estos pasos:
·
Discriminar
los estímulos que provocan la ansiedad
·
Jerarquizar
dichos estímulos
·
Identificar
el personaje o la situación más admirados y agradables para el sujeto
·
Hacer
que se lo imagine y establezca alguna relación con él; de forma simultánea
introducir los estímulos que le provocan ansiedad, comenzando por los más
suaves hasta llegar al más ansiógeno.
10. Relajación
muscular
Las técnicas de
relajación constituyen un conjunto de procedimientos que prestan una gran ayuda
en el campo de la salud, la psicología clínica y escolar.
Cuando la persona está
sometida a un alto grado de tensión, excitación y ansiedad se produce un
incremento en la concentración muscular, y como consecuencia, se inhibe el
comportamiento emocional, cognitivo o motor. Con la relajación muscular se
pretende recuperar el tono perdido y facilitar los procesos vitales inhibidos. En
este sentido, la relajación muscular se puede definir como el proceso
psicofisiológico de carácter interactivo entre lo fisiológico y lo psicológico;
es decir, la relajación hace referencia siempre a “sus componentes fisiológicos
(patrón reducido de actividad somática y autónoma), componentes subjetivos
(informes verbales de tranquilidad y sosiego), y conductuales (estado de
quiescencia motora), así como a sus posibles de interacción e influencia”
(Caballo, 1991). La finalidad última de dichas técnicas es capacitar a la
persona para que pueda enfrentar las situaciones cotidianas o específicas que le
producen ansiedad. Por su propia naturaleza es incompatible con cualquier tipo
de estado o situación que conduzca a la ansiedad.
Existen distintos
tipos de relajación; los más conocidos son: relajación progresiva, pasiva,
autógena y respuestas de relajación. En la relajación
progresiva se incide fundamentalmente en la relación tensión-relajación, la
palabra del administrador dirige las sesiones de ejercicios de tensión
relajación de la técnica; la técnica de relajación
pasiva se centra en la relajación de distintos grupos musculares, también
las instrucciones del administrador o monitor es el procedimiento utilizado; la
autógena en la provocación de
sensaciones de calor, de pesadez en las extremidades y en la concentración
pasiva de la respiración, se utilizan procedimientos de sugestión y de control
de la respiración; en la respuesta de
relajación el eje fundamental es la concentración, se trabaja con
procedimientos derivados de las técnicas de meditación.
ATENCIÓN PSICOLÓGICA A NIÑOS, ADOLESCENTES, ADULTOS Y MAYORES
ONLINE Y PRESENCIAL
- Psicóloga infantil y adolescentes
- Psicóloga adultos y mayores
- Atención psicológica individual
- Terapia de pareja
- Terapia familiar
- Mediación
- Psicóloga educativa
Atención psicológica en problemas de:
- Apego
- Autocontrol
- Agresión
- Autoestima
- Autoconcepto
- Acoso moral
- Habilidades sociales
- Incomunicación
- Miedos y fobias
- Indecisión
- Inseguridad
- Timidez
- Exclusión social
- Sobreprotección
Atención psicológica en:
- Trastornos de ansiedad
- Trastornos depresivos
- Trastorno de la conducta alimentaria
- Trastornos disociativos
- Trastornos somáticos
- Trastornos obsesivos compulsivos y relacionados
- Trastornos de estrés postraumático TEPT
- Trastorno relacionados con traumas y factores de estrés
- Trastornos de personalidad
- Trastornos de la excreción
- Trastornos del sueño-vigilia
- Disforia de género
- Trastornos disruptivos del control de impulso y de la conducta
- Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos
- Trastornos del neurodesarrollo
- Trastornos sexuales
- Trastornos parafílicos
- Trastorno bipolar
- Trastorno de dolor crónico
Atención psicológica en otros trastornos:
- Trastorno de duelo complejo persistente
- Síndrome de psicosis atenuado
- Episodios depresivos con hipomanía de corta duración
- Trastorno neurocomportamental asociado con la exposición prenatal al alcohol
- Trastorno de comportamiento suicida
- Autolesión no suicida
- Trastorno de dolor crónico: Fibromialgia
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