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EL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD Y DE LAS RELACIONES SOCIALES


   Las primeras etapas del desarrollo son de una gran importancia para la vida psíquica del individuo y sus relaciones sociales posteriores, pues los conocimientos posteriores están muy condicionados por lo primeros años de vida.

   Las conductas en particular y la personalidad en general se van organizando merced a un sistema de adaptación del propio individuo al medio y a las circunstancias ambientales.

   La estructura de la personalidad se va conformando con la edad, de manera que en los niños muy pequeños no se puede hablar de personalidad como tal, ya que tiene una gran dependencia del medio y los primeros patrones de conducta son muy vulnerables a los cambios ambientales.

   El desarrollo de las funciones afectivas y el de las funciones cognitivas sirven para la adaptación del niño al mundo exterior. Algunos autores (Janet, Claparede, Lewin, Piaget) han señalado que las funciones cognitivas representan la estructura de la conducta psicológica, mientras las funciones afectivas representan la energía psíquica del individuo.

   Para Piaget las vivencias o experiencias tienden hacerse representaciones mentales o cognitivas. Las vivencias que tienen principalmente una carga afectiva se expresan preferentemente a través de símbolos individuales; mientras que los conocimientos intelectuales se representan por símbolos colectivos.

   Para el psicoanálisis las primeras etapas de la vida condicionan sobremanera la estructura de la personalidad adulta. Partiendo de bases biológicas, instintivas (libido) y las primeras influencias ambientales sobre aquellas, Freud construyó todo un aparato dinámico de personalidad que se desarrolla mediante las etapas: oral, anal, fálica, latencia y genital. En la personalidad destacan tres instancias básicas: el ello (id) o los instintos libidinales; el yo (ego), es la parte consciente de nuestra personalidad, moderador entre los impulsos del ello y la realidad. El yo emplea mecanismos de defensa en su interacción con el mundo. El superyo (superego) representa la introyección de los valores y normas sociales y familiares.

   Para Erickson el desarrollo de la personalidad del niño se hace mediante las relaciones sociales y culturales. Este autor ha centrado su estudio en el desarrollo del yo y muy especialmente en el moldeamiento de este desarrollo a través de la sociedad; describe ocho etapas a través de la vida, y cada etapa va acompañada de sus crisis correspondientes de esta forma:

Tabla 1. Etapas a través de la vida (Erickson)

Primer año
Se da la confianza en oposición a la desconfianza.
La creación de confianza a través del cuidado, que la madre tiene de sus necesidades es fundamental para su identidad futura.
Niños con seguridad, duermen y comen bien
Desde el año y medio a los tres años
Se da en ellos una cierta autonomía, que se opone a vergüenza y duda.
El desarrollo del lenguaje hace que esta autonomía aumente
De los tres años a los cinco o seis años
Es la etapa de la iniciativa, frente a la culpa.
Sienten ansia de conocer nuevas cosas.
Se amplían sus relaciones sociales y trabajan en forma cooperativa.
Cambian en relación con sus padres, de la vinculación a la identificación con ellos.
De los seis años a la pubertad
Amplían el ámbito de sus relaciones con los compañeros y los vecinos.
En la adolescencia
La identidad pasa a tener una gran importancia.
Se hacen las pandillas y los amigos.
En la primera juventud
Se hacen relaciones más duraderas y se diferencia entre amor y amistad, etcétera.
Desde la juventud a la madurez
Se desarrolla mayor responsabilidad con el cuidado de los hijos y con el trabajo
Final de la madurez
La persona gana en sabiduría


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