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ENTRENAMIENTO EN PEDIR FAVORES


     El hecho de solicitar favores o pedir ayuda en general, se presenta en muchas situaciones de la vida cotidiana y genera casi siempre diferentes grados de malestar. En este tema se dan bastantes contradicciones: por un lado, el que alguien nos pida un favor puede ser visto como una muestra de confianza hacia nosotros y nos hace sentirnos útiles, pero si somos nosotros los que tenemos que solicitarlo, tendemos a pensar de forma diferente. Desde que nacemos, la sociedad en la que vivimos, nuestro entorno y las experiencias que acumulamos van configurando nuestra forma de pensar y ver las cosas. Muchos de estos pensamientos se automatizan, de forma que pasan a ser inconscientes, ante una situación, simplemente se disparan sin que la mayor parte de las veces nos demos cuenta de ello. Estos pensamientos son inconscientes no solo van a definir cómo vamos a actuar, sino también, cómo nos sentimos, qué resultados esperamos, el porqué de estos resultados...Por tanto, influirán a su vez, en cómo actuaremos y nos sentiremos las próximas ocasiones que nos encontremos ante una situación similar.




     Como vemos, hagamos lo que hagamos, si no cuidamos nuestros pensamientos automáticos, terminará reforzándose la idea de que no se deben pedir favores; si solicitamos alguno, lo haremos cuando no nos quede más remedio y cuando sea algo verdaderamente importante para nosotros, por lo que una posible negativa de la otra parte sería especialmente mal recibida.

     Entre los derechos asertivos está el expresar con claridad lo que deseamos, respetando a la vez el derecho de la otra persona a responder libremente.

Si queremos comenzar a ponerlo en práctica:


1. tenemos que pensar qué es lo que realmente queremos y lo que significa para nosotros
2. cuidar lo que nos decimos a nosotros mismos; el primer paso para contrarrestar los pensamientos negativos inconscientes es traerlos a la consciencia
3. plantearemos nuestra petición de forma clara, dando las explicaciones necesarias, sin justificaciones excesivas; transmitiendo además la importancia que tiene para nosotros y sin sentirnos culpables
4. deberemos asegurarnos de respetar el derecho de la otra persona a rechazar nuestra petición de forma natural
5. el hecho de recibir una negativa no debe afectar a la imagen que tenemos de nosotros mismos, ya que no conocemos las motivaciones de los otros.

     Cuantas más peticiones hagamos, más posibilidades tendremos de que sean rechazadas, lo que nos ayudará a acostumbrarnos a que nos digan No y a perder el miedo a que esto ocurra.

     A todo lo dicho hasta ahora hay que añadir un motivo más para realizar peticiones: si lo hacemos de forma asertiva, vamos a favorecer el que la otra persona se sienta útil, valorada y confíe más en nosotros. Las relaciones más satisfactorias son las que tienden al equilibrio entre las dos partes en cuanto a dependencia, afecto, confianza…

    No hace falta que empecemos por grandes peticiones, sino por situaciones cotidianas. Comenzad pidiendo un pequeño favor o aceptando una ayuda que os ofrecen de buen grado.

    Probad y veréis como es más fácil de lo que parece y la ansiedad que provoca poco a poco irá desapareciendo.





Bibliografía

Habilidades de comunicación: pedir favores. Recuperado el 1 de julio de 2017 de http://www.influye.es/habilidades-personales/habilidadescomunicacionfavores/

¿Qué es la asertividad? Técnica de entrenamiento en asertividad. Recuperado de https://www.psicoactiva.com/blog/tecnicas-de-entrenamiento-en-asertividad/

Vicerrectorado de la Universidad de Granada. Taller de entrenamiento en habilidades sociales. Recuperado el 6 de julio de 2017 en http://empleo2.ugr.es/uploads/hhss.pdf

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