Los
lectores más jóvenes realizan pocas inferencias durante la lectura existiendo
una intensa relación positiva entre la realización de inferencias y la
comprensión lectora, situándose la realización de inferencias entre los mejores
predictores de la comprensión lectora.
Investigación sobre
realización de inferencias
1)
El
desarrollo de la realización de inferencias en los niños.
Los
lectores más jóvenes muestran una menor probabilidad de realizar inferencias.
Al parecer los niños más pequeños no van más allá de la información que se les
ofrece de modo espontáneo, ni realizan inferencias tan bien como los niños
mayores. A medida que los niños se desarrollan resultan más capaces de realizar
inferencias que aportan significado a la lectura (Paris y cols.)
2)
El
papel del vocabulario en la realización de inferencias.
Los lectores con léxico más
amplio encuentran más fácil la palabra inferida en la MLP mientras que los
alumnos con léxico más escaso necesitan más tiempo para buscar la palabra
adecuada en la MLP. En consecuencia, una habilidad de comprensión de nivel
superior (la realización de inferencias) depende de una habilidad de lectura de
nivel inferior (el acceso al significado de las palabras) (Calvo y cols.)
Consecuencias para la instrucción: Entrenamiento en realización de
inferencias
a) Una
manera eficaz de enseñar a los alumnos a responder preguntas que requieren
inferencias es proporcionarles instrucción directa y práctica con tal tipo de
preguntas. Por ejemplo, tras leer la narración, se hacen preguntas que requiera
hacer inferencias. Siguiendo el entrenamiento realizado por Hansen y Pearson
(1983) es conveniente que se entrene en estrategias de prelectura, tales como
comentar las experiencias propias del lector y realizar predicciones sobre la
historia que leen los alumnos. Posteriormente se realiza un debate sobre los
comentarios realizados por los alumnos y seguidamente cada alumno lee el texto.
El resultado encontrado tras el entrenamiento fue favorable sólo para los malos
lectores, tanto en preguntas literales como en las de inferencia. Al parecer,
los buenos lectores ya poseían buenas estrategias inferenciales.
b) El
entrenamiento en la realización de inferencias tiene un efecto poderoso sobre
los alumnos que tienen una baja comprensión lectora, lo que sugiere que la capacidad
de realizar inferencias es un componente clave de la comprensión competente
(Yuill y cols.,1966).
c)
Los alumnos con peores habilidades de
comprensión necesitan no sólo practicar la realización de inferencias sino
también que se les explique cómo realizarlas (Winne y cols., 1993)
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