La relajación
Con esta estrategia se pretende mejorar el elevado nivel de activación fisiológica. La modalidad más utilizada es la relajación muscular progresiva ya que se trata de uno de los tratamientos empíricamente validados (ó bien establecido) en este ámbito (Miro y cols., 2003)
Procedimiento de la relajación progresiva
En general, el objetivo es reducir los niveles de activación mediante una disminución progresiva de la tensión muscular. El procedimiento para conseguirlo consiste
en tensar y destensar los diferentes grupos musculares tomando conciencia de las sensaciones que se producen en cada situación
en tensar y destensar los diferentes grupos musculares tomando conciencia de las sensaciones que se producen en cada situación
Durante la fase de tensión, la concentración del músculo debe notarse, facilitando así la percepción de las sensaciones asociadas a la tensión, a su vez la percepción de la tensión lleva a discriminar mejor la respuesta de relajación subsiguiente, y a abundar en ella.
En la fase de distensión no se debe de realizar ningún esfuerzo activo y simplemente consiste en permanecer pasivo experimentando el alargamiento muscular que se produce al soltar rápidamente toda la tensión.
La ejecución consiste en tensar y destensar inicialmente 16 grupos musculares tomando conciencia de las sensaciones que se producen en cada situación.
Indicaciones de cómo lograr la tensión en cada grupo muscular:
1. Mano y antebrazo dominantes
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Apretar el puño dominante
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2. Brazo dominante
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Apretar el codo contra el brazo del sillón
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3. Mano y antebrazo no dominantes
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Apretar el puño no dominante
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4. Brazo no dominante
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Apretar el codo contra el brazo del sillón
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5. Frente
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Levantar las cejas con los ojos cerrados y arrugar la frente
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6. Ojos y nariz
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Apretar los párpados y arrugar la nariz
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7. Boca
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Apretar las mandíbulas, sacar la barbilla hacia fuera y presionar el paladar con la lengua
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8. Cuello y garganta
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Empujar la barbilla contra el pecho pero hacer fuerza para que no la toque
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9. Pecho, hombros y parte superior de la espalda
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Arquear la espalda como si fueran a unir los omóplatos entre sí
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10. Región abdominal o estomacal
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Poner el estómago duro y tenso
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11. Muslo dominante
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Apretar el muslo contra el sillón
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12. Pantorrilla dominante
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Doblar los dedos del pie dominante hacia arriba
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13. Pie dominante
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Doblar los dedos hacia adentro sin levantar el pie del suelo
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14. Muslo no dominante
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Apretar el muslo contra el sillón
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15. Pantorrilla no dominante
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Doblar los dedos del pie hacia arriba
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16. Pie no dominante
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Doblar los dedos del pie hacia dentro sin levantar el pie del suelo
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Procedimiento con cuatro grupos musculares
Consiste en el mismo que el anterior, pero tensando secuencialmente (en un solo movimiento) las siguientes zonas musculares:
1. Los brazos y manos dominantes y no dominantes
2. Tronco
3. Cara y cuello
4. Piernas y pies dominantes y no dominantes
Indicaciones generales para la práctica de la relajación progresiva (Chóliz, 1998):
Seguir la secuencia ordenada y procurar que sea la misma en todas las ocasiones (comenzando por las manos y acabando por los pies, o viceversa)
Si se olvida algún músculo por tensar y relajarse, se aconseja continuar con el siguiente. Se recomienda para evitar el olvido realizar un repaso mental de los músculos antes de comenzar la relajación.
El tiempo de duración de la tensión debe ser de unos 4 segundos aproximadamente, para pasar inmediatamente a relajar el músculo dejándolo suelto, como si se separara de repentes de los tendones que lo sujetan. Debe mantenerse el músculo relajado unos 15 segundos aproximadamente antes de tensar de nuevo.
Lo que se pretende al tensar un músculo es facilitar la distinción, por lo que no se debe tensar con demasiada fuerza pues se pueden producir contracturas y malestar.
Al relajar debe soltarse el músculo de repente
Es útil imaginar en cada momento los músculos que está tensando y relajando, su forma, especialmente cuando el músculo está relajado, y notar cómo se sigue distendiendo por sí mismo después de soltarlo.
Es aconsejable concentrarse durante un tiempo en la agradable sensación de relajar cada músculo.
Una vez relajados todos los músculos, es aconsejable hacer un repaso mental de ellos, comenzando del final al principio de la secuencia. Se facilita así la auto-exploración de las partes que no se haya logrado relajar convenientemente, no siendo preciso tensar ningún músculo en esta fase.
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