Psicóloga infantil Vecindario MALTRATO: ¿CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS DEL MALTRATO INFANTIL EN EL DESARROLLO DEL LENGUAJE?
El maltrato infantil trae
serias consecuencias tanto en el individuo como en la sociedad en general. Concretamente
en el área del lenguaje Pino y Herruzo (2000) han revisado varios estudios
encontrando lo siguientes datos sobre diversos estudios realizados:
·
Los niños que padecen de maltrato físico, a los 30 meses, no se diferencian de los niños control en cuanto a lenguaje
comprensivo, pero sí en el productivo, en lo que se refiere a sensaciones,
sentimientos y necesidades; los niños que padecen abandono y maltrato físico presentan un déficit en
la expresión de este tipo de verbalizaciones referentes a estados internos
(Beeghly, Carlon y Cicchetti, 1986).
·
Coster, Gersten, Beeghl y Cicchetti (1989) estudiaron la
interacción verbal madre e hijo en niños de 31 meses. Observaron que los niños maltratados
físicamente utilizan un
lenguaje menos complejo sintácticamente, tienen menos vocabulario expresivo y conocen
menos palabras que los normales.
·
Burguess y Conger (1978), observaron que las madres de los niños
que padecen abandono y maltrato físico hablan menos con sus hijos que las controles, en los
casos de abandono
físico las madres dan menos recompensas verbales y aprobación a sus hijos, y se muestran
más propensas a criticarlos. En los casos de maltrato físico se ha visto
que utilizan menos instrucciones
verbales para ayudar a sus hijos a superar las dificultades normales de su
ambiente. Inician menos interacciones de
juego e ignoran más a sus hijos.
·
Estas dificultades de
lenguaje no desaparecen a lo largo del
tiempo, sino
que perduran hasta la edad escolar.
Los niños maltratados, tal como lo señala Blager y Mártin (1976), presentan
dificultades de comunicación y de habilidades de expresión.
Consecuencias
psicológicas y comportamentales del maltrato infantil
·
Alteraciones de conducta
·
Sintomatología de hiperactividad
·
Baja autoestima
·
Intentos de suicidio
·
Actitudes defensivas
·
Sintomatología depresiva
·
Retrasos en el desarrollo
·
Incompetencia en el funcionamiento social
·
Incompetencia en el reconocimiento e identificación de las
emociones (miedo, disgusto, felicidad, tristeza, rabia,...) de los otros a través
de la expresión facial
·
Participación en acciones delictivas
·
Reacciones de agresividad verbal y física
·
Deficiencias en el empleo del lenguaje común
·
Incapacidad para abstraer y generalizar los conceptos
·
Trastornos del habla...
Resultados del estudio realizado por Moreno (2005) sobre
las consecuencias del maltrato infantil en el desarrollo del lenguaje
Moreno (2005) realizó
un análisis comparativo entre las distintas formas de maltrato a la infancia
con la finalidad de determinar si se constatan retrasos o desviaciones respecto al patrón lingüístico normal en formas
de desprotección tales como el abandono físico, abandono emocional,
maltrato físico y maltrato emocional; y verificar
la existencia de repercusiones lingüísticas diferentes según la tipología
de maltrato infringida al menor, es decir, por ejemplo si en los niños que sufren
maltrato físico se constatan dificultades lingüísticas similares o diferentes a
la que manifiestan los menores en situación de abandono físico, abandono
emocional y maltrato emocional. Para ello utilizaron cuatro muestras de
maltrato infantil.
Los resultados de la aplicación de las Escalas McCarthy a
las cuatro muestras de maltrato infantil analizadas indicaron lo siguiente:
·
En
la muestra de abandono emocional
el índice
general cognitivo (GCI) es inferior a
lo esperado en todos los niños.
·
En
la muestra de maltrato emocional
el GCI también es inferior en todos los casos excepto en 3 de los
niños donde la edad mental supera a la cronológica en 1 o 2 meses.
·
En
la muestra de maltrato físico,
en todos los niños excepto en 1 (que se encuentra 2 meses por encima de su edad
cronológica), existe un pequeño desfase cronológico, aunque al igual que en el
maltrato emocional no parece significativo.
·
En
la muestra de abandono físico
apreciamos que ningún menor supera la edad cronológica, pero sí se equipara
la edad mental en 2 de los niños.
En las Escalas
McCarthy, se observó que en todas las muestras analizadas las puntuaciones medias más bajas se sitúan en escala verbal, constatándose el déficit mayor en el abandono
emocional con
una media de 41.78 y una desviación típica de 3.19. A continuación le sigue el maltrato emocional con una
media de 45.69 y una desviación típica de 3.09, el abandono físico con una media de 46.50 y una
desviación típica de 2.64, y por último el
maltrato físico con un media de 47.29 y una des-viación
típica de 4.15. Destacar que las escalas donde todas las muestras obtienen
mejores resultados son: la motriz y la perceptivo-manipulativa.
Los resultados de la escala verbal(V), indicaron:
En
el abandono emocional
ninguno de los niños
presenta una puntuación típica de 50 o superior. Los resultados oscilan entre
la P.T. de 38 en el niño que presenta mayores retrasos a nivel verbal y 47 en
el menor que más se acerca a lo normativo.
En el maltrato emocional los resultados no son tan bajos como en el anterior. Sólo 1
menor tiene una puntuación típica de 50. Los resultados oscilan entre la P.T.
40 y 50.
En
el maltrato físico,
constataron que el 42.8% de los niños tienen una P.T. de 50 o superior. Sólo 2
menores presentan un retraso lingüístico significativo, con puntuaciones típicas
de 40 y 43.
En
el abandono físico
los resultados son similares
a los que presentan los niños de la muestra de maltrato emocional. En la mayoría
de los niños (80%) el resultado en la escala verbal es inferior a la puntuación
típica de 50, pero en prácticamente la totalidad de los niños los resultados
son ligeramente más bajos.
En el resto de las escalas apreciaron los siguientes
resultados:
1)
Abandono emocional:
El 77% de los niños obtienen resultados
iguales o superiores a la P.T. 50 en la escala
perceptivo-manipulativa
El 55.5% obtienen resultados iguales o
superiores a la P.T. 50 en la escala
numérica
El 100% obtienen resultados iguales o
superiores a la P.T. 50 en la escala
motriz.
En
memoria los resultados son los más bajos después de los obtenidos en la escala verbal.
2)
Maltrato emocional:
El 100% de los niños obtienen resultados
superiores a la P.T. 50 en la escala perceptivo-manipulativa
y motriz
El 38.4% de los menores igualan o
superan la P.T. 50 en la escala numérica
(aunque el resto de los niños se acercan considerablemente a esta puntuación).
Al igual que en la muestra anterior, las P.T. inferiores se sitúan en la escala
verbal y en memoria.
3)
Maltrato físico:
Todos los niños obtienen P.T. adecuadas
en la escala perceptivo-manipulativa,
motriz y memoria.
Los resultados son ligeramente más bajos
en la escala numérica, el 57.1% se encuentran por debajo de la puntuación 50.
Los resultados de la escala verbal y numérica
son muy parecidos.
4)
Abandono físico:
El 100% de los niños obtienen resultados
adecuados en la escala perceptivo-manipulativa y motriz.
Los resultados son inferiores en la
escala numérica y de memoria.
Los resultados de la aplicación de la Batería de Lenguaje
Objetiva y Criterial (BLOC):
Los módulos del BLOC han sido diseñados
para verificar el nivel de dominio a partir del 70% de aciertos. Para ello, el
niño debe obtener al menos 132 aciertos en el módulo de morfología, 126
aciertos en sintaxis, 56 aciertos en semántica y 91 en el módulo de pragmática.
Los resultados fueron los siguientes:
1)
Abandono emocional:
·
El
conocimiento y uso de las reglas morfológicas no es el adecuado.
·
Ninguno
satisface el 70% de los aciertos (nivel de dominio). El dominio de la morfología se halla por debajo del
nivel central de su grupo de edad. El restante 22.3% de los niños tienen aún
mayores dificultades en este componente del lenguaje.
·
En sintaxis los resultados son aún peores que en el módulo anterior.
Ningún menor obtiene el número mínimo de aciertos. La capacidad para realizar
una determinada estructura lingüística a partir de un enunciado no es la
adecuada para la edad cronológica.
·
El conocimiento de las relaciones semánticas (agente, acciones, objetos, etc.) y el
conocimiento espacial y temporal, tampoco es el adecuado.
·
En el módulo de semántica ninguno de estos niños supera el 70% aciertos. Los peores
resultados de esta muestra se encuentran aquí.
·
En pragmática, ninguno de los niños supera al nivel
de dominio.
Por tanto, la capacidad de estos niños
para el uso del lenguaje en distintos contextos en los que se producen
intercambios comunicativos no es la apropiada para la edad que presentan los
menores.
2)
Maltrato emocional:
·
Ningún
menor manifiesta un nivel de conocimiento
morfológico adecuado (ninguno supera el 70%).
·
El componente sintáctico también es inferior a lo
esperado (no se supera el nivel de dominio en ningún niño).
·
En semántica es donde obtienen mejores resultados (al
menos el 30.7% superan el nivel de dominio). El 61.5% se ubican en el código C,
es decir, que el nivel de dominio semántico supera el valor central de sus
edades actuales.
·
En pragmática es donde los niños obtienen peores resultados.
En el 53.8%, apreciaron notables dificultades para el uso del lenguaje en las
interacciones comunicativas.
3)
Maltrato físico:
Ningún niño domina el componente
morfológico.
En sintaxis, el nivel
de dominio también es inferior a lo esperado a la edad cronológica de estos
niños.
En semántica,
los resultados no son tan bajos como en los anteriores módulos explorados. Al
menos el 42.8% superan el 70%, y las P.D. del 28.5% igualan el porcentaje. Comprobaron
que 4 niños se ubican entre los centiles 75 y 90, y los 3 restantes entre 50 y
75.
En pragmática, las P.T. del 71.4% se
sitúan en los centiles 50-75, y el 28.6% restante entre los centiles 25 y 50.
4)
Abandono físico:
En morfología y sintaxis,
los niños se sitúan por debajo del 70%. Al igual que en el maltrato físico, las
P.T. de los niños se sitúan entre los centiles 50 y 75.
En semántica y pragmática,
es donde obtienen los mejores resultados. En semántica, el 50% superan el nivel
de dominio, al igual que en pragmática. El 40% de los niños se sitúan entre los
centiles 75 y 90 en el componente semántico y el restante 60% entre los
centiles 50 y 75. Lo contrario ocurre en pragmática, el 60% se sitúan entre los
centiles 75 y 90 y el resto entre los centiles 50 y 75.
,
Respecto al BLOC,
hallaron como en las cuatro muestras las puntuaciones
medias más bajas se sitúan en morfología y sintaxis. En el abandono emocional es donde
constatamos resultados más bajos en los cuatro módulos. A continuación, le sigue el maltrato emocional, el abandono
físico y el maltrato físico. Donde apreciaron mayores
diferencias entre las muestras es en pragmática. En el abandono y
maltrato físico hallaron puntuaciones medias más altas que en el maltrato
y abandono emocional. En el componente semántico constataron
puntuaciones medias más elevadas en el maltrato físico, abandono físico y
maltrato emocional que en el abandono emocional
Resultado del análisis de diferencias entre los distintos
tipos de maltrato infantil, realizado a través de la prueba de
Kolmogorov-Smirnov para muestras independientes
Constataron diferencias significativas entre
las siguientes muestras de maltrato infantil:
·
Entre el maltrato físico y emocional constataron diferencias
significativas en la escala de memoria y en el módulo de pragmática.
·
Entre el maltrato y abandono físico no constataron diferencias
significativas en ninguna de las escalas y módulos.
·
Entre el maltrato físico y el abandono emocional constataron
diferencias significativas en las escalas verbal y de memoria, y en los
módulos de semántica y pragmática.
·
Entre el maltrato emocional y abandono físico en la escala
motriz y en el módulo de pragmática.
·
Entre el maltrato y abandono emocional en el módulo de semántica.
·
Entre el abandono físico y emocional en los módulos de
semántica y pragmática.
Conclusiones obtenidas por Moreno (2005) tras el análisis
comparativo
a)
Existen dificultades lingüísticas en las muestras de maltrato
infantil analizadas, y diferencias significativas según la tipología de maltrato
infringida al menor.
b)
El componente oral evaluado a través de la escala verbal del
McCarthy se encuentra afectado, puesto que en todas las tipologías de maltrato
los menores evaluados se encuentran por debajo de lo esperado para sus edades cronológicas,
aunque verificaron mayores dificultades en unas muestras que en otras. Así, por
ejemplo, hallaron que en la muestra de
abandono emocional es donde se aprecian mayores repercusiones, seguida del
maltrato emocional, abandono físico y maltrato físico.
c) En la Batería de
Lenguaje Objetiva y Criterial comprobaron que existen mayores dificultades en los componentes del lenguaje
(morfología, sintaxis, semántica y pragmática) según la tipología de maltrato.
En el abandono y maltrato emocional las repercusiones son mayores que en el
abandono y maltrato físico. Los menores en situación de maltrato físico
presentan ligeras dificultades en morfología y los pertenecientes a la muestra
de abandono físico en morfología y sintaxis. En cambio, los niños en situación
de abandono emocional manifiestan considerables problemas en sintaxis,
morfología y pragmática, al igual que en la muestra de maltrato emocional. Por
tanto, en general el componente más
afectado es la morfología, seguido de la sintaxis.
d)
Entre maltrato físico y emocional constataron
diferencias en el módulo de pragmática. En el maltrato
emocional constataron un déficit en el uso del lenguaje en las interacciones
comunicativas, siendo habitual la falta de recursos comunicativos para una
interacción social funcional, algo que no ocurre en el caso del maltrato
físico. Las dificultades en la escala verbal del McCarthy son muy similares en
ambas muestras, las limitaciones se encuentran en aquellas tareas que implican
memoria verbal, fluencia verbal y opuestos.
e)
Entre maltrato físico y abandono físico no se evidencian diferencias
significativas.
f)
Entre maltrato físico y abandono
emocional apreciaron diferencias
en los módulos de semántica y pragmática del BLOC y en la escala verbal del McCarthy.
Mientras que en el maltrato físico hallaron que los resultados en estos módulos
se adecuan a lo normativo, en cambio, en el abandono emocional el déficit es
considerable. En la escala verbal apreciaron mayores dificultades en la muestra
de abandono emocional, donde las aptitudes deficitarias se sitúan en:
·
el vocabulario oral (definición de palabras),
·
la memoria verbal (fundamentalmente en la repetición de
frases y del contenido de un cuento leído por el evaluador),
·
la fluidez verbal (agilidad oral) y
·
la capacidad para establecer relaciones (opuestos).
g)
Entre maltrato emocional y abandono físico constaron diferencias en el módulo de pragmática. En pragmática evidenciaron considerables
diferencias entre ambas muestras, la capacidad de interacción comunicativa en
los niños pertenecientes a la muestra de abandono físico es adecuada (módulo en
el que obtienen mayores resultados), en cambio en el maltrato emocional ocurre
todo lo contrario.
h)
Entre maltrato y abandono emocional constataron diferencias significativas en el módulo de semántica. En la escala verbal es mayor el déficit en
el abandono emocional. Además, observaron mayores dificultades para la comprensión de las instrucciones
durante la aplicación de las pruebas, comparativamente con el resto de muestras
de maltrato. En cuanto a las diferencias en el módulo de semántica, hallaron
que en el maltrato emocional el
conocimiento de las relaciones semánticas y el conocimiento espacial y temporal
es el adecuado, en cambio en la muestra de abandono emocional no lo es.
g) Entre abandono físico y emocional apreciaron diferencias significativas similares a las del
maltrato físico y abandono emocional, en los módulos de semántica y pragmática
de la Batería de Lenguaje Objetiva y Criterial.
h) A partir de estos
datos Moreno (2005) constata que las mayores dificultades en el lenguaje las
presentan los niños en situación de abandono y maltrato emocional. Señalando
que en la muestra de abandono emocional se evidencian las siguientes
dificultades:
·
En morfología (dificultad para utilizar formas verbales
irregulares pasadas y futuras, pronombres personales de primera, segunda y
tercera persona, reflexivos y posesivos
·
En sintaxis (dificultad para utilizar la voz pasiva,
oraciones más complejas como las subordinadas causales, temporales,
adversativas y de relativo)
·
En semántica (dificultad para utilizar el dativo, uso
inadecuado de los locativos, las nociones de cantidad con adverbios
cuantificadores y los modificadores de tiempo y sucesión
·
En pragmática (dificultad para reclamar atención, demandas de
información específicas, el uso de pronombres interrogativos, el uso del
adverbio interrogativo de lugar “dónde” y el adverbio interrogativo de tiempo
“cuándo”, el uso del “de quién” y “a quién”, el uso del por qué/ cómo o de qué
manera, los requerimientos directos e indirectos de acción, dificultad para dar
respuesta cuando el enunciado les resulta largo, no logran mantener la atención
y comprensión durante todo el tiempo y les faltan recursos para responder ante
determinadas situaciones.
i)
En la muestra de maltrato emocional, señala que las dificultades son las
siguientes:
En morfología (dificultad
para el uso de formas verbales irregulares pasadas y futuras, formar palabras
nuevas derivándolas del verbo, del sustantivo o del adjetivo, utilizando para
ello sufijos derivativos transformadores, pronombres personales en función de
objeto, reflexivos y posesivos)
En sintaxis (deficiente
uso de la voz pasiva y las oraciones subordinadas causales, temporales,
adversativas y de relativo)
En semántica (uso
inadecuado del locativo y los modificadores de tiempo y sucesión)
En pragmática (los
niños son parcos en palabras, en ocasiones saltan de unos temas a otros, les
cuesta ponerse en el lugar de adultos e imaginar lo que dirán, dificultad para
pedir algo como favor, sobre todo en aquellas situaciones en las que el niño
representado en las escenas pide a su madre u otro adulto algún objeto,
dificultad para solicitar más información sobre algún acontecimiento o para
aclarar aspectos, para mostrar desagrado o disgusto acerca de algo, para
formular demandas explícitas, para requerimientos indirectos de acción,
limitaciones tanto para expresar cómo para mostrar desacuerdo con niños y
adultos, tendencia a realizar grandes rodeos y el resultado no es el deseado,
escasa habilidad para mostrar desacuerdo ante una figura de autoridad: padre,
madre, profesora...).
j)
Aunque los datos parecen constatar, al menos parcialmente que
determinadas formas de maltrato infantil ocasionan repercusiones lingüísticas,
Moreno considera que no puede afirmar tal como lo hacen Garbarino (1986),
Ciccietti y Carlson (1989), Gaudin (1993) y Pino et al. (2000), que las
manifestaciones lingüísticas de estos niños sean secuelas del maltrato. Moreno
considera más apropiado afirmar que algunos tipos de maltrato (fundamentalmente
el abandono y maltrato emocional) intervienen en cierta medida en el desarrollo
del lenguaje, retrasándolo. Así mismo, considera que ser objeto de maltrato en
edades tempranas, unido a las propias características de las familias con las
que generalmente se trabajan en los Servicios Sociales (bajo nivel cultural,
economía precaria, situación de desempleo, condiciones insalubres de vivienda,
entorno deficitario, ausencia de pautas educativas adecuadas, antecedentes de
maltrato en los cuidadores, conflictos interfamiliares, consumo de sustancias
tóxicas, enfermedad mental y/o física de los responsables del menor...)
proporcionan quizás una mejor explicación de los resultados obtenidos en su
estudio
En el 61.1% de los
padres con menores en situación de maltrato emocional se constata la existencia de un trastorno o problema
psicopatológico serio en al menos uno de los progenitores, algo que también
ocurre en el 58,3% de los padres de niños en situación de maltrato físico
(aunque la severidad es menor). Esta característica dificulta notablemente la interacción
del niño con el/losadulto/s a su cargo.
En un 66,6% de los
padres de niños con maltrato físico se constata la existencia de consumo de sustancias tóxicas por al menos uno de los
progenitores. En el caso de los menores con maltrato emocional el porcentaje
es del 33% (la severidad es menor en relación a la dependencia/abuso de alcohol/drogas).
Pero también hay tener
en cuenta la posible influencia del
factor sociocultural en los resultados obtenidos por estos niños en el área
del lenguaje. En todas las familias el nivel educativo cultural de los padres
es medio/bajo, excepto en los padres con menores en situación de abandono
físico, donde el nivel educativo cultural predominante es bajo (el 68,5% de los
padres apenas han cursado estudios o han cursado estudios muy elementales, el
nivel cultural es bajo y muestran poco interés por los estudios de sus hijos).
Asimismo, la mayoría de estas familias viven en barrios con numerosas
deficiencias y poco estimulantes.
Todo esto es lo que nos
lleva a pensar que la pobreza lingüística de estos niños puede ser consecuencia
tanto de las peculiaridades de cada una de estas formas de malos tratos como de
la situación de deprivación sociocultural y afectiva que sufren.
¿Hacia dónde debe ir
dirigida la intervención de estos niños?
Dado los resultados
obtenidos en la investigación, Moreno (2005) señala que la intervención sobre
el patrón lingüístico de estos niños debe seguir un doble camino:
1)
Debe ir orientada a la
ayuda y capacitación de los padres maltratadores en el manejo de la
comunicación e interacción con sus hijos (aumentar la frecuencia de las
interacciones padres e hijos, potenciar las conductas verbales y físicas
positivas y disminuir las negativas, entrenar en habilidades verbales y no
verbales de comunicación con el niño, enseñar habilidades para la estimulación
del menor y pro-porcionar habilidades para la demostración de afecto)
2)
Debe ir dirigida a
mejorar la expresión y la comprensión de los niños a través de programas de
estimulación lingüística, siguiendo las pautas del proceso normal de
adquisición del lenguaje, a través de procedimientos de imitación y modelado y
mediante una intervención cooperativa (institución o residencia de acogimiento,
centro escolar) Teniendo en cuenta los déficits lingüísticos encontrados, la
gravedad de los mismos y cuáles son los componentes del lenguaje más afectados,
la intervención debe ir orientada a estimular el lenguaje y a reorganizarlo
(reestructuración). Habrá que intervenir sobre el componente morfosintáctico
(clases de sintagmas, tipos de oraciones, modos de conexión, inflexiones
morfológicas, estructura interna de los enunciados, sucesión de las oraciones, longitud media de los
enunciados y relaciones semántico-sintácticas), el componente semántico
(léxico, vocabulario, significado de la frase, relaciones de significación,
definición de palabras y relaciones espaciales) y el componente pragmático
(funciones del len-guaje, competencia conversacional, análisis de contextos,
ac-tos de habla, elementos no verbales y uso de la prosodia).
Bibliografía
Moreno, J. M. (2005). Estudio sobre las consecuencias
del maltrato infantil en el desarrollo del lenguaje. 21(2).
Maltrato infantil. Recuperado de http://santiago-maltratoinfantil.blogspot.com.es/2009/04/consecuencias-del-maltrato.html
el 15 de mayo de 2018
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