TRATAMIENTO DE LA TRICOLITOMANÍA
Los tratamientos que se han estudiado de manera empírica han sido el farmacológico y el conductual, con una ventaja considerable para este último.
Se ha utilizado la clomipramina, un antidepresivo tricíclico con el resultado de un 40% de desaparición del problema en un seguimiento de 4 años. Los antidepresivos inhibidores de la recaptación de la serotonina no se han mostrado superiores al placebo. Se están intentando otros tratamientos con diferentes fármacos, por ejemplo, litio, pero están todavía en fase experimental y se tienen que tener en cuenta los efectos secundarios.
Dentro de los tratamientos conductuales, la reversión de hábito propuesta por Azrin y Nunn ha demostrado su eficacia.
La idea general de la reversión del hábito consiste en establecer una conducta incompatible con tirarse del pelo de forma que cuando se sea consciente de lo que se está haciendo se haga esa conducta para evitar tirarse del pelo. Se han ido introduciendo nuevos elementos en la terapia conductual inicial, en concreto se ha realizado un protocolo de tratamiento que añade a la reversión del hábito la terapia de aceptación y compromiso. Después de realizar un análisis funcional de la tricotilomanía, se realiza el tratamiento siguiendo los pasos siguientes:
1.
Se comienza con un análisis funcional de la conducta problema,
determinando la conciencia con la que se realiza, las situaciones que la
disparan, las cogniciones que la acompañan, las emociones que se evitan, etc.
De acuerdo con ese resultado, se fijan los objetivos de la terapia.
2.
Motivación. Hay
que tener en cuenta los aspectos operantes del hábito que hace que la persona
tiene que renunciar a los efectos que tiene tirarse del pelo. La motivación
para ese cambio reside en los valores del paciente que se trabajan de acuerdo
con la terapia de aceptación y compromiso. Para ello se determinan los deseos,
valores y objetivos del paciente que están siendo afectados por la
Tricotilomanía.
3.
Conciencia. El
hábito es en gran parte automático y, por tanto, ha de hacerse consciente para
poder actuar y revertirlo. Los ejercicios de conciencia plena que propone la terapia de aceptación y compromiso son
fundamentales en este paso, tanto para ser conscientes de cuando se están
tirando del pelo, como de los pensamientos, sentimientos, sensaciones y
emociones que acompañan a esta conducta.
4.
Reacción de
competencia: conducta
incompatible con el hábito, aplicada preventiva y correctivamente. La
conducta incompatible es tensar los
puños, lo que impide que se utilicen las manos para tirarse del pelo. Esta
conducta incompatible se complementa con la aceptación de las emociones y
sensaciones que acompañan al impulso de tirarse del pelo. La aceptación
consiste en sentir plenamente y sin defensa ni barreras esas emociones y hacer
la conducta de competencia, con la idea clara de que se hace para seguir los
valores que se han detectado en la paso 1.
5.
Detectar las
situaciones y comportamientos a los que se ha condicionado la tricotilomanía. Una vez
identificados, el paciente se expone a ellos para entrenarse en dar la
respuesta de competencia.
6.
Relajación y
aceptación de las emociones. Se utilizan para manejar de otra forma
las reacciones emocionales que se dan en este hábito. Cuando se plantean la
terapia de aceptación y compromiso este paso está involucrado en todo el
proceso. La relajación no se hace para eliminar la ansiedad, sino para no
luchar contra las emociones que se sienten.
7.
Práctica en la
realidad y en la imaginación. Para ello se comienza
provocando en sesión las situaciones similares a las que disparan la
tricotilomanía, si fuera posible, y entrenando al paciente en todo el proceso
que se ha planteado hasta aquí.
8.
Hacer lo que se
evitaba. La imagen que se tenía con la falta de pelo ha podido ir
retirando a la persona de actividades que antes le eran reforzantes y por tanto
es necesario volverlas a hacer. Siguiendo la terapia de aceptación y compromiso, aceptar la imagen social y ser
conscientes del yo como contexto es un paso fundamental para realizar este
afrontamiento.
9.
Registrar los
progresos es un importante paso para fortalecer la motivación.
10. Se trabaja con las recaídas, teniendo en cuenta que la terapia
de aceptación y compromiso supone un cambio fundamental en el afrontamiento de
los pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones en general, es decir,
que se dan en otras áreas de la vida y no solamente en las que se asocian
a la tricotilomanía. Lo que implica un cambio radical en el comportamiento del
paciente.
Centro de
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