CARACTERÍSTICAS DEL TRASTORNO DE ANSIEDAD SOCIAL
Conductas típicas:
a) Conductas
de escape o de evitación de las situaciones temidas. Por ejemplo:
·
Inventar excusas para irse de la situación
·
Ubicarse en lugares en los que sean poco
visibles
·
Quedarse callados (o, por el contrario, hablar
sin control)
·
Mirar hacia otro lado o hacia el suelo —evitando
las miradas con los demás—
·
Consumir alcohol en exceso u otra droga, fumar,
etc
b) Conductas
de seguridad, aquellas que piensan que deben realizar porque de algún modo les
van a librar de un aspecto que no toleran en una situación social. Por ejemplo:
·
Llevar consigo las pastillas para la ansiedad
·
Ubicarse cerca de la salida o en lugares más
apartados
·
Abrir las ventanas —«por si hace calor y suda»—
·
Manipular un bolígrafo durante una exposición en
público, etc.
c) Contacto
ocular escaso con desconocidos o poco conocidos.
d) Comportamiento
frío, distante y tenso con aquellos que no conoce.
e) Generalmente
callados o poco habladores con gente con la que no tienen mucha
familiaridad.
f) Señales
de intranquilidad observables en situaciones sociales temidas (por ejemplo,
morderse las uñas, mover las piernas, no saber qué hacer con las manos, etc.).
g) Vigilancia
y alerta constantes ante amenazas sociales potenciales; detección de los
menores indicios de rechazo y desaprobación.
h) Aislamiento
social activo. Se distancian de las situaciones sociales que propicien
interrelaciones estrechas.
i) Torpes,
rígidos y reservados en situaciones sociales nuevas con mucha gente o poco
estructuradas.
j) Ponen
a prueba a los demás para ver si pueden confiar en ellos.
k) Búsqueda
de privacidad.
l)
Reaccionan mal a los comentarios
sugerentes de ridículo o burla.
m)
Personas de hábitos fijos.
n) Introvertidos,
tímidos, desconfiados.
o)
Tartamudeo.
Sentimientos o
emociones típicas:
·
Sensaciones de agobio
·
Nerviosismo (o nervios)
·
Temor o ansiedad concretamente en las
situaciones sociales temidas
·
Temerosos y ansiosos ante situaciones
novedosas y personas poco conocidas.
·
Hipersensibilidad al rechazo, la
desaprobación y la crítica.
·
Sentimientos de inadecuación social y
personal.
·
Sensación de angustia.
·
Sentimientos de vergüenza y humillación.
·
Soledad y tristeza.
·
Sensaciones de vacío.
·
Labilidad emocional.
·
Baja tolerancia al dolor físico y
psicológico.
·
Despersonalización o desrealización.
Las emociones suelen tener un componente físico o
fisiológico propio, así que cabe esperar un importante nivel de reactividad y
activación del organismo (por ejemplo, aceleración del pulso y la respiración,
aumento de la presión sanguínea, rubor facial, temblores en las extremidades,
liberación de adrenalina, aumento de la glucosa en sangre, etc.).
A nivel fisiológico:
·
Palpitaciones.
·
Temblores (manos y piernas especialmente).
·
Tensión muscular.
·
Rubor facial (sonrojarse).
·
Sudor.
·
Náuseas o mareos.
·
Alteración de la respiración, como respiración
rápida o dificultad para respirar.
·
Dolor en el pecho.
·
Sensación de vacío o un pellizco en el estómago.
·
Boca seca
·
Escalofríos.
·
Sensación de desmayo.
·
Manos frías y pegajosas.
·
Sensación de hormigueo o entumecimiento.
A nivel cognitivo:
·
Pensamientos de amenaza de la situación
·
Anticipaciones negativas sobre uno mismo
y la posible actuación (por ejemplo, «van a pensar que soy tonto», «se van a
enfadar conmigo», «les pareceré poco interesante», «quedaré como un estúpido»,
«dirán que soy aburrido», «me pondré como un tomate», «se darán cuenta de que estoy
nervioso porque me tiembla la voz», etc.)
·
Sobreestimación de resultados catastróficos
·
Excesiva conciencia de uno mismo
(especialmente de los síntomas físicos)
·
Atención dirigida hacia señales adversas de
la situación (por ejemplo, fijarse en los gestos de desaprobación,
aburrimiento, etc., por parte de los demás)
·
Informes verbales relacionados con el temor
subjetivo.
·
Se desbordan con detalles ambientales
irrelevantes.
·
Conceptos rígidos sobre la conducta
social apropiada.
·
Interferencia cognitiva por pensamientos
perturbadores, confusos y distractores.
·
Diálogo interno de autoverbalizaciones
negativas.
·
Creencias sociales disfuncionales.
·
Patrones excesivamente elevados para la
evaluación de la actuación.
·
Tendencia a rebajar la eficacia de la
propia conducta.
·
Hipervigilante ante los sentimientos e
intenciones de los demás, especialmente los indicios de rechazo o
desaprobación.
·
Preocupación excesiva por la crítica, la
evaluación negativa y el temor al rechazo social.
·
Búsqueda de aprobación por parte de los
demás.
·
Baja autoestima al devaluar sus logros y
enfatizar sus fracasos.
·
Mayor conciencia de sí mismo, especialmente
de aspectos internos como la tensión, el temblor o la torpeza.
·
Atención selectiva hacia las señales
socialmente amenazantes y hacia aspectos negativos de la propia actuación.
·
Fantasías negativas que producen ansiedad
de anticipación.
·
Patrón patológico de la atribución de las
causas de los éxitos y fracasos sociales.
·
Percepción de falta de control sobre la
propia conducta.
·
Sensación de ser inferiores o menos capaces que
los demás.
·
Preocupación por parecer sumisos, torpes e
incompetentes a nivel social.
·
Preocupación excesiva por hacer el ridículo.
·
Preocupación por las situaciones embarazosas.
·
Reacios a involucrarse en riesgos personales.
·
Sobreestimación de la probabilidad de
ocurrencia de sucesos sociales desagradables.
·
Exageración de los riesgos asociados a nuevas
actividades.
·
Bloquearse o quedarse en blanco.
·
Falta de concentración.
Bibliografía:
Caballo, V., Salazar, I. C., & Garrido, L. (2018).
Programa de intervención multimodal para la ansiedad social . Piramide.
C/ Tunte,6
Vecindario (Frente al Centro Comercial Atlántico, a la derecha de la oficina de
correos)
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630723090
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