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EL USO DE LOS CONOCIMIENTOS PREVIOS




En el aprendizaje de textos en adultos influyen los conocimientos previos que las personas tienen sobre el tema del texto.

La perspectiva del lector incluye el conocimiento previo que el lector emplea para comprender el texto. Lo que se recuerda parece depender tanto de lo que aparece en el texto como de la perspectiva que el lector aporta a la tarea de la lectura.

Resultados de investigaciones sobre diferencias de los conocimientos previos de los lectores:

1)    Diferencias en la cantidad de conocimiento previo.

a)    Cuando se compara la comprensibilidad de un texto en función de si los sujetos disponen del conocimiento previo del título del texto, los resultados son favorables hacia los sujetos que disponían de dicho conocimiento. Mostraban mayor comprensión del texto y recordaban el doble. Al parecer, los sujetos a los que se les mostró el título del texto después de su lectura carecían de una vía para relacionar significativamente la información nueva con los conocimientos previos durante la lectura (Bransford y Johnson, 1972).

b)    Una buena habilidad lectora no es el único determinante de lo que se aprende al leer un texto ya que al comparar alumnos de 2º de Primaria buenos lectores con diferencias en conocimiento sobre las arañas, los que disponían de conocimiento previo sobre las arañas obtuvieron una puntuación casi 3 veces superior a los que tenían pocos conocimientos previos a las preguntas que requerían la realización de inferencias y un 25% más en las que requerían retención de datos. Por tanto, además de una buena habilidad lectora, el conocimiento que el lector aporta a la situación influye sobre su capacidad para realizar inferencias sobre el contenido (Hansen y Gordon, 1979).

c)    Marr y Gormley (1982) encontraron pruebas de que los conocimientos previos tienden a ampliar la realización de inferencias más que a facilitar la simple retención de datos. Según estos autores, el conocimiento previo muestra efectos más intensos para ayudar a los lectores a realizar inferencias.

2)    Diferencias en los tipos de conocimiento previo.

El recuerdo de los detalles está influido por la perspectiva del lector. Lo que el lector aprende durante la lectura depende tanto del texto como del tipo de conocimiento previo que el lector activa al leer (Lipson, 1983).

Consecuencias para la instrucción

Los lectores de todas las edades utilizan sus conocimientos previos para ayudarse en la comprensión de lo que leen, un texto puede resultar difícil de comprender cuando el lector carece de la perspectiva adecuada o tiene una perspectiva diferente de la del escritor.

La comprensión lectora depende en parte de los conocimientos sobre el contenido que el lector aporta a la tarea.

Existen pruebas sólidas de que los alumnos aprenden mejor cuando son capaces de emplear sus conocimientos previos para comprender un texto. En este sentido, el profesor debe cumplir un papel central para ayudar a los alumnos o que utilicen el conocimiento previo para obtener el sentido de los textos. Muchos profesores necesitan apoyo ya que el nivel de enseñanza primaria pocos niños cuentan con la amplitud de conocimientos necesarios para sacar pleno partido de los textos (Beck y cols, 1991). Entre los procedimientos para ayudar a los niños a activar el conocimiento plantean:

·         Proporcionar a los alumnos el tipo de información ampliada que sería precisa

·         Representar físicamente el contenido del texto

¿Por qué mejora la comprensión lectora al representar física o mentalmente los objetos concretos?

Atendiendo a la Teoría de la cognición incorporada, Glender y cols. (2004) afirman que el lenguaje adquiere significación mediante la actividad corporal, tal como representar el contenido de la frase con las manos. De manera que el significado se conecta con los objetos y las acciones previamente conocidos almacenados en la MLP. Es decir, cuando los alumnos representan física o mentalmente las acciones de las narraciones conectan con el significado de las oraciones con los conocimientos previos.

Implicaciones de estos descubrimientos para la instrucción:

·         Es necesario asegurarse de que los materiales de lectura son adecuados a los intereses y a la experiencia de los niños.

Esta recomendación es particularmente importante cuando se trata de niños que están leyendo, bien por encima, bien por debajo de su nivel escolar. Por ejemplo, un niño que lee textos destinados a niños 3 o 4 años mayores que él puede ser capaz de decodificar cada oración, pero puede carecer de los conocimientos previos necesarios para valorar el tema de que trata el texto. De manera semejante, un alumno que lee libros destinados a niños 3 o 4 años menores que él puede aburrirse al encontrar infantiles los contenidos de los textos.

Una consecuencia relacionada es que resulta necesario integrar la lectura en las otras áreas disciplinares.

Por último, las actividades y las discusiones en clase también pueden proporcionar a los lectores los conocimientos previos necesarios para comprender el texto. Este tipo de actividad de prelectura puede contribuir a hacer que los textos no familiares dejen de serlo.


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