Estos autores en su modelo, siguiendo el análisis realizado por Baumeister y Leary (1995), hacen hincapié en que la satisfacción del motivo de pertenencia no exige sólo un vínculo positivo con otras personas sino, además, que dicho vínculo sea de “elevada cantidad y calidad”. Asimismo, señalan que son muchos los contextos en los que pueden darse esos vínculos no sólo en la familia y en las relaciones íntimas sino también les preocupa su inclusión en grupos y relaciones interpersonales ocasionales que es donde entrarían otros motivos aparte de la pertenencia, que estarían más relacionados con “esfuerzos racionales para obtener metas individuales”.
Aspectos a tener en cuenta en el motivo de pertenencia
1) El motivo
se orienta tanto a evitar la exclusión
como a buscar la inclusión en las
relaciones interpersonales
2)
Su satisfacción
o frustración van acompañadas de fuertes respuestas emocionales y cognitivas
3) Proporciona
energía y dirección de la conducta,
lo que se traduce en que la persona planifica su actuación para satisfacerlo.
La fuerza
del motivo de pertenencia ha llevado al desarrollo de un sistema interno,
denominado “sociómetro”, de gran
sensibilidad, que reacciona más ante la pérdida de aceptación que ante su
consecución, y que opera de manera automática e inconsciente afectando a la
autoestima.
Estos
autores, desde una perspectiva estrictamente psicosocial, relacionan el motivo
de pertenencia con la búsqueda racional de metas individuales, en concreto, la
autoestima positiva y la evitación de la incertidumbre.
Con
respecto a la autoestima, la investigación ha puesto de manifiesto que la
inclusión en grupos y en relaciones interpersonales sirve como indicador de que
la persona disfruta de la estima de otras personas. Y como señalan, Leary y
Baumeister (2000), el nivel de autoestima de una persona es una medida
subjetiva de cuánto se la valora socialmente. Desde esta perspectiva cuánto más
útiles sean las pertenecías grupales para obtener evaluaciones sociales
positivas, tanto desde dentro del grupo como desde fuera, más importante será
la inclusión/exclusión para la autoestima.
Otra
forma de conseguir o mantener la autoestima positiva es el autoensalzamiento,
que consiste en promover la evaluación positiva de uno mismo y que, en el plano
individual, depende de la comparación con otras personas. En el plano
estrictamente social esas comparaciones se establecen entre el propio grupo y
los otros grupos. Este tipo de ensalzamiento grupal depende de que las personas
pertenezcan a grupos claramente superiores a otros o no, si esto no es posible,
de que recurran a buscar comparación en las dimensiones favorables para el
propio grupo o tratar de superar a los otros grupos en los ámbitos en los que
hasta entonces eran inferiores a ellos.
Respecto
a la función de reducción de la incertidumbre, en ausencia de estándares
objetivos, las personas necesitan una evaluación de las capacidades y
opiniones, y una validación de su visión de la realidad, y esto sólo se puede
obtener por medio de la comparación social. El objetivo de reducir la
incertidumbre, equivalente al motivo de comprensión de Fiske (2010) es un
motivo social poderoso que, en la mayoría de los casos, se puede satisfacer sólo
por medio de la pertenencia grupal.
Referencia
bibliográfica
Gaviriana, E., López, M., & I., C. (2013). Introducción
a la psicología social. Madrid: Sanz y Torres.
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