Algunos autores y autoras distinguen entre los conceptos de dislexia
adquirida y dislexia evolutiva:
·
La dislexia adquirida es aquella que
sobreviene tras una lesión cerebral concreta
·
La dislexia evolutiva es la que se
presenta en el alumno o alumna que de forma inherente presentan dificultades
para alcanzar una correcta destreza lectora, sin una razón aparente que lo
explique.
Actualmente se reconoce que existen factores hereditarios que predisponen a padecerla.
Aunque las causas no están plenamente confirmadas se sabe que crea
ciertas anomalías neurológicas en el
cerebro.
También se ha podido comprobar que las personas disléxicas no utilizan las mismas partes del cerebro
que las personas no disléxicas.
Sin embargo, aún no están claros otros factores que pueden estar implicados
en el curso del trastorno, tales como causas
genéticas, dificultades en el embarazo o en el parto, lesiones cerebrales,
problemas emocionales, déficit espaciotemporales o problemas en cuanto a la
orientación secuencial, de percepción visual o dificultades adaptativas en la
escuela.
Asimismo, desde el ámbito de la psicolingüística, se ha visto que
uno de los déficits centrales en la
dislexia, especialmente en los niños y niñas más pequeños y pequeñas, es una baja conciencia fonológica. El
alumnado con escasa conciencia fonológica es incapaz de comprender que un
sonido o fonema está representado por un grafema o signo gráfico que, a su vez,
si se lo combina con otro, forman unidades sonoras y escritas que permiten
construir una palabra que posee un determinado significado.
Referencia bibliográfica
Angulo, M. C. (s.f.). Manual de atención al alumnado
con necesidades específicas de apoyo educativo derivadas de dificultades
específicas de aprendizaje: dislexia. Consejería de educación. Junta de
Andalucía.
Vila, J., & Gutiérrez, F. (2013). Manual Básico
de Dificultades de Aprendizaje. Madrid: Sanz y Torres.
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