Compactar el currículo es una
técnica instructiva flexible y basada en la investigación que capacita a los
estudiantes con altas capacidades a saltarse lo que ya conocen y sustituirlo
por un contenido desafiante.
El proceso de Compactar el
Curriculum se lleva a cabo en tres fases:
1º
Fase. Definir los objetivos y resultados de una unidad o segmento de
instrucción concreta.
Los profesores deberían
examinar estos objetivos para determinar los que representan la adquisición de
nuevo contenido o habilidades de pensamiento en vez de revisiones o prácticas
de material previamente enseñado.
El objetivo de esta fase es
ayudar a los profesores a tomar decisiones programáticas individuales.
Un objetivo de mayor
desarrollo profesional es ayudar a los profesores a ser mejores analistas del
material que enseñan y analistas más sofisticados en los libros de texto.
2º
Fase. Identificación de los estudiantes que ya han dominado los objetivos o
resultados de una unidad que va a ser enseñada.
En primer lugar, los
profesores tienen que estimar qué estudiantes tienen el potencial para dominar
nuevo material a un ritmo mayor que el normal. Además, pueden identificarlos a
partir de las notas de los tests anteriores, por las tareas terminadas y por su
participación en clase.
Los tests de rendimiento
estandarizado permiten catalogar a todos los estudiantes puntuando uno o más
años por encima del nivel del curso en determinadas asignaturas.
El segundo paso en la
identificación de candidatos es encontrar o desarrollar tests adecuados u otras
técnicas de evaluación para examinar resultados de aprendizaje específico. Los
pre-tests de las unidades o los tests de fin de cada unidad que pueden ser administrados
como pre-tests, están hechos para servir a esta tarea, especialmente cuando se
trata de evaluar capacidades básicas.
3º
Fase. Proporcionar las opciones de aceleración y enriquecimiento
Las decisiones sobre qué
actividades sustitutorias emplear, están guiadas por el tiempo, espacio y
disponibilidad de las personas y materiales de recurso. Sin embargo, el
criterio definitivo debe asentarse sobre el grado al que las actividades deben
elevar el desafío académico y representar los intereses y puntos fuertes de
cada individuo.
Se ha descubierto que cuando
algunos estudiantes brillantes, pero con bajo rendimiento se dan cuenta de que ellos
pueden economizar el material regularmente asignado y “ganar tiempo” para
desarrollar sus intereses auto-seleccionados, su motivación para completar las
tareas normales se incrementa.
Referencia
bibliográfica
Reis, S. M., & Renzulli, J. (Septiembre de 1994).
Compactar el curriculo: Un medio para desafiar a los alumnos con capacidades
por encima de la media. Ideacción(2).
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