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Psicóloga María Jesús Suárez Duque TIMIDEZ


¿QUÉ ES LA TIMIDEZ?


La timidez es un rasgo de personalidad que influye en el comportamiento y condiciona las relaciones interpersonales.

Es un miedo crónico que procede de una absoluta desconfianza en uno mismo e impide que la persona se relacione con normalidad limitando su desarrollo social, obstaculizando las conversaciones y los acercamientos a otras personas.

Se considera incorrecto tipificar como enfermedad a la timidez confundiéndola con la fobia social. La timidez se asocia a alguien que suele dar la imagen de una persona antisocial y poco demostrativa emocionalmente. Se suele catalogar también como tímida a aquella persona que es emocionalmente rígida y a la que le cuesta mucho relacionarse.

Diferentes tipos de timidez

1.     La esperable a ciertas edades y situaciones, que no llegan a bloquear al individuo

2.     La crónica, que impide que la persona se relacione con normalidad.

Al tener que realizar una determinada acción delante de otra persona, una persona tímida se enfrenta a sentimientos de impotencia, sintiendo un miedo que puede volverse crónico, y se manifiesta como una impresión de inseguridad y vergüenza.

¿Cuándo se convierte en un problema la timidez?

Hay algunas situaciones en las que cuando nos encontrarnos con personas nuevas o empezamos una nueva relación, nos sentimos inseguros y aparece una sensación de timidez. Según pasa el tiempo y vamos conociendo mejor a estas personas la sensación de timidez va desapareciendo, y va dando paso a otro tipo de sentimientos que pueden variar según cada caso. Se trata de un sentimiento que la mayoría de las personas podemos sentir en algún momento, y no por ello debe representar un problema significativo.
Sin embargo, hay otros casos en los que la timidez no forma parte de una sensación pasajera, sino que se trata de una característica mucho más arraigada de la persona. En función de cuál sea su grado, y, sobre todo, el grado en el que la persona no se siente a gusto con este sentimiento y puede dificultar el buen funcionamiento de la persona.

Los síntomas asociados con la timidez pueden llegar a ser de lo más incómodos. Hay personas, que además de sentir ansiedad intensa ante las situaciones sociales, pueden tener una serie de síntomas fisiológicos como ruborizarse, sudoración fría sobre todo en las manos y la frente, temblor en la voz o tartamudeo, o temblor en las extremidades… Estos síntomas añaden al sentimiento de la timidez el de vergüenza.

¿Cuándo es necesario plantearse la ayuda de un psicólogo?

·                Es importante contar con la ayuda de un psicólogo en aquellos casos en que la timidez se haya convertido en una interferencia en algún ámbito importante de su vida: personal, social o laboral.

·                Si la timidez se experimenta de forma frecuente y promueve una alteración de la normalidad del funcionamiento.

·                Si la timidez impide mantener relaciones sociales abiertamente, mostrar todo tu potencial, tomar decisiones, decir lo que piensas o te impide hacer acciones en un entorno donde estén involucradas otras personas. En estos casos también se recomienda que se realice una terapia psicológica.

Tratamiento psicológico de la timidez

 El tratamiento psicológico es esencial para vencer la timidez


 El tratamiento psicológico más frecuente para tratar la timidez es la terapia cognitivo-conductual. Tiene como objetivo transformar el comportamiento errático de la persona tímida y tratar de eliminar los pensamientos automáticos negativos que generan la timidez y la autoevaluación continua que se produce con los bloqueos de la persona tímida. La terapia nos proporciona los recursos psicológicos para hacer frente a la timidez.

Un entrenamiento en habilidades sociales y en técnicas asertivas ayuda a la persona a aumentar su competencia ante las situaciones sociales, y consigue aquellos objetivos que, a causa de la timidez, le puede resultar difícil de conseguir. Como consecuencia de esto se eliminan los errores de pensamiento y se incrementa la seguridad en uno mismo y la autoestima.

Es preciso tener siempre en cuenta que, las habilidades sociales, como cualquier otra habilidad humana, se pueden aprender y mejorar.

Recomendaciones en el tratamiento de la timidez:


2.     Entrenamiento en habilidades sociales

3.     Aprender a rechazar las ideas irracionales

4.     Mostrar una conducta convincente.

 La situación ideal es el equilibrio y la flexibilidad para adaptarse al momento y al entorno.







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