¿QUÉ ES LA INHIBICIÓN SOCIAL?
La inhibición se
define como vergüenza, miedo o freno
que impide a una persona actuar de acuerdo a sus sentimientos, deseos o
capacidades.
La inhibición puede ser una respuesta normal ante una
situación, y no es necesariamente algo patológico, pero cuando la restricción
emocional o conductual es grande e influye en nuestro rendimiento o respuesta
ante dicho estimulo pueden ser síntoma de una psicopatología.
En ocasiones pueden aparecer reacciones neuróticas
producidas por un proceso de inhibición.
Hablamos de una conducta inhibida,
cuando tenemos automatizada una secuencia de conductas o respuestas para
resolver tareas o realizar alguna acción y, por alguna razón psicológica, se
produce una interrupción de las mismas.
La inhibición proactiva se produce
cuando algunos de los aprendizajes que ya están almacenados en nuestro cerebro
ejercen algún tipo de interferencia en el aprendizaje nuevo, impidiendo que
estos datos nuevos sean archivados y recordados.
La inhibición retroactiva surge cuando
aprendizajes nuevos interfieren sobre algún aprendizaje ya almacenado en la
memoria haciendo que estos últimos se olviden y no sean recordados.
¿Cuándo se manifiesta la inhibición?
La inhibición se manifiesta en funciones o conductas
como la sexual, la locomoción, la
nutrición y el trabajo profesional que se detienen o bloquean como
consecuencia del afrontamiento disfuncional de unos estímulos determinados.
Uno de los puntos en los que se produce más
frecuentemente una respuesta de inhibición es en la conducta sexual, pues muchas personas afrontan la sexualidad y las
relaciones sexuales de una forma inadecuada.
Otras conductas en las que se suele manifestar una
respuesta de inhibición son en las relaciones
sociales. En las relaciones sociales no hay que confundir la inhibición
social con timidez, a diferencia del tímido que no sabe qué hacer en las
situaciones sociales y además no se atreve a hacer nada, el inhibido sabe lo que tiene que hacer, pero se bloquea y no se atreve
o no puede hacerlo.
Actuaciones llevadas a cabo en consulta respecto a la inhibición social
La inhibición se
puede definir como un freno del comportamiento que impide a la persona
responder reflexiva y adecuadamente ante un estímulo.
Ante un problema de
inhibición social o emocional, es importante acudir a un psicólogo
especialista, que realice un diagnóstico que permita evaluar si la
inhibición padecida es un rasgo de nuestra personalidad o un síntoma asociado a
alguna patología especifica.
Mediante esta evaluación,
en el Centro Beatriz, planificamos el tratamiento más adecuado para superar la
inhibición. En este sentido, la terapia cognitiva ha demostrado su eficacia en
el tratamiento de las conductas inhibidas.
En el Centro de Psicología recibirás atención personalizada
y tratamientos a tu medida para superar tus problemas de inhibición. Contacta
con nosotros. Llámanos estaremos encantados de conocerte.
Centro de
Psicología María Jesús Suárez Duque
C/ Tunte,6
Vecindario (Frente al Centro Comercial Atlántico, a la derecha de la oficina de
correos)
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