Ir al contenido principal

Psicóloga María Jesús Suárez Duque ACTITUD: Acepta tu impotencia frente a ciertas situaciones

 

ACEPTA TU IMPOTENCIA FRENTE A

CIERTAS SITUACIONES

 

¿Qué tal si dejáramos de obsesionarnos con las cosas que creemos que deben modificarse en la vida, en las demás personas y en nosotros mismos? 

Me refiero en especial a aquello que está fuera de nuestro control. 

¿Qué pasaría si fuéramos capaces de aplicar un nivel más profundo de aceptación y sinceridad a las dificultades en lugar de apilar montones de críticas, presión, expectativas y otras cosas? 

¿Y si también lo hiciéramos con quienes nos rodean y con nosotros mismos?

Ser capaces de reconocer, sentir y expresar nuestras emociones verdaderas es increíblemente liberador, incluso en el caso de emociones que podrían desagradarnos como la impotencia. Esto sucede porque tendemos a acumular creencias respecto a las emociones, y otorgarles una jerarquía; es decir, decidimos cuáles son buenas y cuáles malas. Pero la verdad es que, si las sentimos y expresamos de una manera saludable, las emociones siempre serán positivas, y sólo si las suprimimos se volverán negativas. 

Debes saber que cada vez que tenemos el valor de sentir y expresar lo que consideramos emociones «malas» en la vida (miedo, tristeza, ira, celos, temor, dolor, vergüenza y otras), en realidad estamos teniendo experiencias positivas. Asimismo, las experiencias que consideramos positivas (amor, emoción, pasión, gratitud y otras), se convierten en experiencias negativas y dolorosas si las contenemos o suprimimos.

Es importante recordar que las emociones humanas no son permanentes, están diseñadas para sentirse, expresarse y pasar a través de nosotros de una manera hermosa. Por eso casi siempre nos sentimos mucho mejor después de llorar con ganas.

Entre más cobremos conciencia de nuestras emociones, y entre más dispuestos estemos a sentirlas y expresarlas, más felices, sanos y plenos seremos.

A pesar de que puede ser atemorizante e incómodo, sobre todo al principio, gracias a que me he permitido aceptar mis propios sentimientos de impotencia (y otras emociones que me resultan desafiantes), he podido experimentar un nivel más profundo de paz y fuerza respecto a algunas circunstancias estresantes de mi vida.

Aceptar la impotencia puede cambiar de manera fundamental nuestra visión de la vida y liberarnos de una gran cantidad de presión, lucha y expectativas innecesarias.

Bibliografía

Robbinson, M. (s.f.). Nada cambia si tú no cambias.

PSICÓLOGA EN VECINDARIO 

MARÍA JESÚS SUÁREZ DUQUE

RESERVA ONLINE👍 

PSICÓLOGA INFANTIL, ADOLESCENTES, ADULTOS Y MAYORES

TERAPIA DE PAREJA

TERAPIA DE FAMILIA

PSICÓLOGA ONLINE Y PRESENCIAL 

 

 

Atención psicológica en problemas de: 

Atención psicológica en:

 Atención psicológica en otros trastornos:

 

Precio 60 euros

Duración 1 hora

Pedir cita: 

Consultas

 

Psicóloga María Jesús Suárez Duque

C/ Tunte,6 Vecindario (Frente al Centro Comercial Atlántico, a la derecha de la oficina de correos)

Pedir cita: 630723090

https://www.psicologavecindariomariajesus.com/

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Psicóloga María Jesús Suárez Duque TRASTORNOS DEL SUEÑO: Autorregistro del sueño

   Autorregistro del sueño Días de la semana Antes de acostarse Por la mañana Si he dormido durante el día, tiempo aproximado que he dormido Horario de acostarme Tiempo aproximado que tardé en dormirme Nº de veces que me desperté por la noche Tiempo aproximado que tardé en dormirme Hora de despertar Grado de descanso (0-10) Lunes                     Martes                     Miércoles                     Jueves                     Viernes                     Sábado                     Domingo                      Observaciones:     Centro de Psicología María Jesús Suárez Duque C/ Tunte,6 Vecindario (Frente al Centro Comercial Atlántico, a la derecha de la oficina de correos) Pedir cita: 630723090 https://www.psicologavecindariomariajesus.es/ RESERVA ONLINE👍  PSICÓLOGA INFANTIL, ADOLESCENTES, ADULTOS Y MAYORES TERAPIA DE PAREJA TERAPIA DE FAMILIA PSICÓLOGA ONLINE Y PRESENCIAL    Psicóloga infantil y adolescentes Psicóloga adultos y mayores Atención psicológica individual Terapia de pa

Psicóloga María Jesús Suárez Duque TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO: Trastornos impulsivos-compulsivos

  TRASTORNOS IMPULSIVOS-COMPULSIVOS La impulsividad y la compulsividad se proponen como endofenotipos, concretamente síntomas relacionados con circuitos cerebrales específicos y que están presentes de forma transdiagnóstica como una dimensión de la psicopatología que traspasa numerosos trastornos psiquiátricos:  Trastornos del espacio obsesivo-compulsivo Adicciones a sustancias/conductas Disruptivo/control de impulsos Sexual TOC Tricotilomanía Pellizcarse la piel Trastorno dismórfico corporal (TDC) Acaparamiento Síndrome de Tourette/trastornos de tics Trastorno de movimientos estereotipados Trastorno del espectro autista Hipocondriasis Somatización Drogadicción Juego Adicción a internet Adicción a la comida (ingesta compulsiva, obesidad) Compra compulsiva Piromanía Cleptomanía Trastorno explosivo intermitente Violencia impulsiva Trastorno de personalidad limítrofe Autolesión/conducta parasuicida Conducta antisocial Trastorno conductual Trastorno de oposición desafiante Manía TDAH Hiper

LOS MOTIVOS SOCIALES SEGÚN EL MODELO DE FISKE

Para poder adaptarse a la vida en grupo, los seres humanos necesitan desarrollar una motivación que les impulsara a formar parte de un grupo y pertenecer en él incluso cuando sus intereses individuales se vieran momentáneamente perjudicados. La psicóloga social estadounidense Susan Fiske (2002, 2010) propone cinco motivos sociales universales, es decir, motivos que impulsan a las personas a vivir con otros y a funcionar de forma adecuada en las relaciones, y que serían producto de la evolución de la especie: 1)       La pertenencia . Fiske considera fundamental el motivo de pertenencia porque en torno a él se organizan los otros cuatro. Lo define como la necesidad de relaciones fuertes y estables con otros. Además de incrementar la supervivencia individual, también beneficia al grupo al aumentar la probabilidad de que los miembros cooperen y se involucren en una acción coordinada. Las personas necesitan estar implicadas en alguna relación y pertenecer a algún grupo