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Psicóloga Maria Jesus Suarez Duque TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO Y VERGÜENZA

  

TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO Y VERGÜENZA

Los individuos con trastorno obsesivo compulsivo son, por lo general, reservados y sienten vergüenza por sus pensamientos obsesivos y

sus conductas compulsivas. Muchos logran ocultar su trastorno durante años. Al contrario que muchas enfermedades mentales, las personas con trastorno obsesivo compulsivo son conscientes, al menos en ciertas ocasiones, de lo inapropiado de sus conductas y pensamientos.

Sin embargo, con frecuencia ignoran que sus síntomas forman parte de una condición clínica identificable que puede ser tratada. O pueden temer el desprecio ajeno, quizás ni siquiera “encerrados” revelarían sus obsesiones y compulsiones.

Debido a su reserva, muchas personas esperan años, incluso décadas, para buscar ayuda. Mientras tanto, los pensamientos obsesivos y

las conductas compulsivas se arraigan con más fuerza en su estilo de vida. La media de tiempo transcurrido entre el inicio de los síntomas y

la búsqueda del tratamiento es de siete años y medio (Yaryura-Tobias y Neziroglu, 1997b). 

Debido a la vergüenza que padecen las personas con trastorno obsesivo compulsivo, puede que no consulten a un profesional de la salud

mental. En vez de ello, pueden preferir buscar ayuda para sus síntomas con otros profesionales sanitarios. Los médicos (no especializados

en psiquiatría) que estén alerta pueden detectar síntomas del trastorno obsesivo compulsivo en pacientes que acuden a verles debido a problemas aparentemente poco relacionados. El médico de familia puede ser el primero que se percate de los síntomas del trastorno obsesivo compulsivo en los pacientes. Los padres y familiares pueden mencionar su preocupación por los frecuentes lavados, conteos o comprobaciones del paciente. Una preocupación excesiva por haberse enfermado del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y otras enfermedades, que dan lugar a reiteradas e innecesarias consultas médicas, deberían alertar al médico.

Otros clínicos que probablemente detecten signos de un trastorno obsesivo compulsivo son los dermatólogos, oncólogos, internistas de

enfermedades infecciosas, neurólogos, neurocirujanos, médicos obstétricos, pediatras, cirujanos plásticos y dentistas. Los síntomas de

manos agrietadas y eczemas derivados de un excesivo lavado pueden ser percibidos por los dermatólogos. La gente puede acudir a un cirujano plástico para consultar repetidamente por lo que considera unas malformaciones obvias. Las lesiones en las encías derivadas de una

excesiva limpieza de dientes puede alertar al dentista. Pueden detectarse síntomas del trastorno obsesivo compulsivo tras el parto y durante el embarazo. Los neurólogos y neurocirujanos pueden percibir señales del trastorno obsesivo compulsivo asociados con el síndrome de Tourette, una herida en la cabeza, epilepsia, coreas y lesiones o trastornos en el ganglio basal. El clínico informado con perspicacia detectará el trastorno obsesivo compulsivo y efectuará una remisión adecuada al psicólogo, en vez de etiquetar negativamente a la persona como “rara” o “loca”.

Los sujetos con trastorno obsesivo compulsivo sufren frecuentemente depresión. Alrededor de un tercio la padecen en el momento en

el que buscan tratamiento. Aproximadamente dos tercios de los individuos que sufren un trastorno obsesivo compulsivo han experimentado al menos un episodio de depresión mayor (Jenike, 1996). Muchos otros padecen formas más leves de depresión. Es importante que los médicos y familiares atiendan a los signos preocupantes de dicha patología.

Señales de depresión clínica

• Pérdida de peso__

• Cambios en el sueño__

• Pérdida de apetito__

• Falta de energía__

• Sentimientos de tristeza__

• Llorar o ganas de llorar frecuentes__

• Pensamientos suicidas, con o sin plan de ejecutarlo__

• Sentimientos de desesperanza o indefensión__

• Falta de interés en cosas que antes sí interesaban, o ausencia de disfrute de la vida, especialmente si se desconoce el motivo__

Marque los síntomas pertinentes en su caso y muéstrele esta lista a su médico. Si usted experimenta pensamientos suicidas, aunque sea de

modo ocasional, le instamos a que busque, ya mismo, la ayuda de un profesional cualificado de la salud mental. La mayoría de las ciudades y poblaciones disponen de un teléfono de ayuda que puede servirle para encontrar y obtener la asistencia necesaria. Si usted es amigo o familiar de alguien que hable de suicidarse, no lo dude: consiga ayuda inmediatamente.

                                   Psicóloga en Vecindario

MARÍA JESÚS SUÁREZ DUQUE

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Psicóloga María Jesús Suárez Duque

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