1.
Utilizar el aceite
de oliva como principal grasa de adición
El aceite de oliva es un alimento rico en vitamina E,
beta-carotenos y ácidos grasos monoinsaturados que le confieren propiedades
cardioprotectoras.
2.
Consumir alimentos
de origen vegetal en abundancia: frutas, verduras, legumbres, champiñones y
frutos secos.
Las verduras, hortalizas y frutas son la principal fuente
de vitaminas, minerales y fibra de nuestra dieta y nos aportan al mismo tiempo,
una gran cantidad de agua.
Es fundamental consumir 5 raciones de fruta y verdura a
diario.
Gracias a su contenido elevado en antioxidantes y fibra
pueden contribuir a prevenir, entre otras, algunas enfermedades
cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
3.
El pan y los alimentos
procedentes de cereales (pasta, arroz y especialmente sus productos integrales)
deberían formar parte de la alimentación diaria.
El consumo diario de pasta, arroz y cereales es
indispensable por su composición rica en carbohidratos. Nos aportan una parte
importante de energía para nuestras actividades diarias.
4.
Los alimentos poco
procesados, frescos y de temporada son los más adecuados.
Es importante aprovechar los productos de temporada ya
que, sobre todo en el caso de las frutas y verduras, nos permite consumirlas en
el mejor momento, tanto a nivel de aportación de nutrientes como por su aroma y
sabor.
5.
Consumir diariamente
productos lácteos, principalmente yogurt y quesos
Son excelentes fuentes de proteínas de alto valor
biológico, minerales (calcio, fósforo...) y vitaminas.
El consumo de leches fermentadas (yogurt...) se asocia a
una serie de beneficios para la salud porque estos productos contienen
microorganismos vivos capaces de mejorar el equilibrio de la microflora
intestinal.
6. La carne roja se
tendría que consumir con moderación y si puede ser como parte de guisos y otras
recetas. Y las carnes procesadas en cantidades pequeñas y como ingredientes de
bocadillos y platos.
7.
Consumir pescado en
abundancia y huevos con moderación
Se recomienda el consumo de pescado azul como mínimo una
o dos veces a la semana ya que sus grasas -aunque de origen animal- tienen
propiedades muy parecidas a las grasas de origen vegetal a las que se atribuyen
propiedades protectoras frente a enfermedades cardiovasculares.
Los huevos tienen proteínas de muy buena calidad, grasas
y muchas vitaminas y minerales que los convierten en un alimento rico. El
consumo de 3 o 4 huevos a la semana es una buena alternativa a la carne y el
pescado.
8. La fruta fresca tendría que ser el postre habitual. Los dulces y pasteles
deberían consumirse ocasionalmente.
También son una buena alternativa a media mañana y como
merienda.
9. El agua es la bebida por excelencia. El vino debe
tomarse con moderación y durante las comidas.
10. Realizar actividad física
todos los días, ya que es tan importante como comer adecuadamente
Referencia
bibliográfica
Fundación Dieta Mediterránea. Recuperado el 27 de enero
de 2018 de https://dietamediterranea.com/nutricion-saludable-ejercicio-fisico/
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