El entrenamiento
en relajación autógena se basa en el descubrimiento de que la
mayoría de las personas son capaces de alcanzar un estado de relajación
profunda a través de representaciones mentales de las sensaciones físicas,
especialmente de las sensaciones de peso y calor.
Este procedimiento parece
actuar a través del sistema nervioso autónomo, restableciendo el equilibrio
entre las ramas simpática y parasimpática y tienen mayores efectos que otras
técnicas de relajación en los trastornos asociados con la disfunción autónoma
como la hipertensión o las migrañas.
El entrenamiento autógeno presenta diferencias en función
de las características de cada paciente siendo determinantes a la hora de
evaluar su adecuación y utilidad:
·
El grado de motivación y la capacidad de
autosugestión de cada sujeto
·
Los niveles autonómicos basales
·
Las variables de personalidad
El procedimiento de
aprendizaje diseñado por Shultz se basaba en tres principios básicos:
1. La repetición
mental durante breves períodos de tiempo de fórmulas verbales que describiesen
las distintas respuestas psicofisiológicas
2. La concentración
pasiva del paciente
3. La reducción
de la estimulación exteroceptiva y propioceptiva
Procedimiento de
relajación autógena
La práctica del entrenamiento en relajación autógena consta
de varios ejercicios de concentración
pasiva en las sensaciones de:
·
Peso en brazos y piernas
·
Calor en brazos y piernas
·
Movimiento del corazón
·
La autonomía del proceso respiratorio
·
El calor abdominal interno (plexo solar)
·
La diferencia de temperatura entre la frente y
el aire circundante
Los ejercicios consisten en centrar la mente en fórmulas cortas y repetitivas y, al
mismo tiempo, intentar imaginar de forma
intensa lo que sugieren. Es importante la forma de acabar los ejercicios.
La terminación
estándar para regresar al estado habitual se realiza en 3 etapas:
1. Inspiración
profunda
2. Fuerte
flexión
3. Estiramiento
de brazos y piernas y abrir los ojos
El procedimiento está estructurado en dos Grados o Ciclos:
1) Grado Inferior o ejercicios propiamente de relajación
Sirve sobre todo para la relajación
Por lo general, se compone de siete ejercicios
que mediante autosugestión dan lugar a sucesivas sensaciones de reposo, pesadez
y calor en brazos y piernas, descenso del ritmo cardíaco y respiratorio, calor
en el plexo solar y frescor en la frente.
La duración recomendada de estas sesiones es de
3 a 5 minutos, nunca se deberá exceder de este tiempo ya que podría ser
contraproducente.
Indicaciones para realizar los ejercicios del ciclo
inferior:
Tabla 1Ejercicios del ciclo inferior e indicaciones
Ejercicio
de reposo
|
·
Lleva a un estado de calma al cuerpo y a la mente
·
Se suelen emplear frases como: “Estoy tranquilo, mi
cuerpo y mi mente están tranquilos”
|
Ejercicio
de peso
|
·
Se provoca la sensación de peso en las extremidades.
·
Se suele emplear la frase: “mis brazos y mis piernas
están muy pesados
|
Ejercicio
de calor
|
·
Se provoca un aumento de temperatura en las extremidades
·
Una fórmula típica es “mis brazos y mis piernas están
calientes”
|
Ejercicio
de respiración
|
·
Se produce una inspiración y espiración tranquilas
·
Se emplea la frase: “mi respiración es tranquila y
regular”
|
Ejercicio
para el corazón
|
·
Se pone la concentración en los latidos del corazón
·
Se emplean frases como “mi corazón late regularmente”
|
Ejercicio
abdominal
|
·
Se dirige la atención al plexo solar
·
Se emplea la frase “mi abdomen es una corriente de calor
|
Ejercicio
de la cabeza
|
·
Se dirige la concentración a la cabeza con frases del
tipo “mi mente está clara”
|
2) Grado Superior o ejercicios de imaginación
En el Grado Superior se tratan los problemas
mediante la sugestión hasta lograr solucionarlos o, al menos, mitigarlos. Algunos
ejercicios que suelen emplearse son los siguientes:
·
Experiencia con colores: dirigir la vista al
centro de la frente y hacer surgir un color en la imaginación
·
Imaginar objetos concretos: una vela encendida,
una rosa...
·
Dar forma a valores abstractos: esperanza,
amor, coraje...
·
Imaginar que se va por el fondo del mar
·
Imaginar que se sube a la cima de una montaña
·
Imaginarse a uno mismo con determinados propósitos,
p. ej. “voy a afrontar con éxito esta situación”
Requisito para realizar los ejercicios del
Grado Superior:
Dominar los ejercicios de Grado Inferior.
Tras los habituales ejercicios introductorios
de reposo, pesadez, calor, respiración, corazón y abdomen, se mantiene la fase
de meditación profunda del abdomen y se sigue trabajando con la siguiente
fórmula: “En mi imaginación veo un color” y a partir de este color se
desarrolla una visión.
Indicaciones generales
para la práctica del entrenamiento autógeno
·
El cliente debe de mantener una imagen
representativa de la autogestión que se está indicando y mantener una actitud
de observación pasiva de los cambios
·
Cada uno de los ejercicios es practicado
diariamente y no se ha de introducir un nuevo ejercicio hasta que no se domine
el anterior
·
Cada vez que se avanza con un nuevo ejercicio
se deben repasar y practicar los anteriores
·
Nunca se ha de entrenar los ejercicios de Grado
Superior hasta que no se hayan dominado los de Grado Inferior
·
Al iniciar el Grado Superior del entrenamiento
el cliente debe girar los globos oculares hacia arriba y hacia adentro como si
intentase mirar hacia el centro de la frente
·
Durante el desarrollo del programa se presentan
sensaciones físicas como hormigueo, excesiva sensación de calor...que resultan
molestos, éstas deben ser debilitadas cambiando las fórmulas utilizadas, p.ej.,
en lugar de muy caliente se puede pasar a caliente.
·
Si se presentan pensamientos intrusivos se le
indica al paciente que debe de completar el pensamiento y volverse a concentrar
en la fórmula
Referencia
bibliográfica
Ruiz, M. A., Díaz, M. I., & Villalobos, A. (2012).
Manual de Técnicas de intervención cognitiva conductuales. Madrid:
Desclé De Brouwer.
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