Ir al contenido principal

Psicóloga María Jesus Suarez Duque ACTITUD: Pide ayuda

 

PIDE AYUDA

 

¿A cuántos de ustedes les gusta ayudar a otras personas? Prácticamente a todas las personas les gusta ayudar a los demás sin importar en qué lugar del mundo me encuentre, cuán grande sea el grupo, ni el tipo de gente al que me dirija (ejecutivos, padres, atletas, vendedores, pequeños empresarios, adolescentes, buscadores de crecimiento personal o quien sea) Pero ¿A cuántos de ustedes les fascina pedir ayuda a otras personas? Aquí la respuesta sería muy diferente. A la mayoría nos agrada apoyar a otros pero muy pocos nos sentimos cómodos solicitando ayuda.

Muchos cometemos el error de creer que pedir ayuda nos vuelve débiles, necesitados o inferiores.

Nos preocupa que la gente nos juzgue, nos rechace o se decepcione de nosotros. Sin embargo, cuando reunimos el valor necesario para solicitar ayuda, aunque no siempre obtengamos exactamente lo que pidamos, nos estamos dando la oportunidad de conseguir el apoyo que necesitamos. También le damos a otras personas la oportunidad de hacer algo importante, sagrado y significativo: apoyar a otro ser humano que lo necesita; y esto les gusta a todos.

«Soñé que caminaba en la playa con Dios. Muchas imágenes de mi vida surcaron el cielo. En cada una noté huellas en la arena. A veces había dos pares, y otras sólo uno. Esto me molestó porque noté que en las etapas difíciles de mi vida, cuando más había sufrido, sólo hubo un par de huellasen la arena. ¿Por qué no estuviste ahí para mí cuando más te necesité?, le pregunté a Dios, y entonces él me dijo: Las veces que sólo viste un par de huellas en la arena, son aquéllas en las que yo te cargué» (poema “Huellas en la arena” (Mary Stevenson)

Por desgracia, a veces se necesita algo increíblemente doloroso para que por fin nos sobrepongamos al miedo y a nuestra resistencia, y pidamos la ayuda que necesitamos.

 

¿Pero qué pasaría si nos permitiéramos solicitarla con más frecuencia?

Hay algunas cosas importantes al respecto que debemos tener en mente. En primer lugar, que existe una diferencia entre una petición y una exigencia. Una petición es cuando pedimos algo que queremos sin ningún elemento adicional. Esto significa que le damos a la otra persona la libertad de decir sí o no, y que no hay consecuencia en ninguno de los dos casos (es decir, si se niega no le guardaremos rencor, no nos molestaremos ni nos haremos los dignos, ni lo tomaremos de manera personal, aunque nos sintamos desilusionados). Pero a veces, cuando vencemos nuestra resistencia a solicitar ayuda, en lugar de hacer una petición, exigimos. En otras palabras, más le vale a la otra persona aceptar porque, si no, se meterá en serios problemas con nosotros.

En segundo lugar, es importante que de verdad nos permitamos recibir el apoyo. Aunque a veces es mucha la resistencia que presentamos a solicitar ayuda, la resistencia a recibirla es todavía mayor. Entre más permitamos que nos apoyen, más ayuda recibiremos. Para algunas personas, el hecho de recibir apoyo de otros les hace sentir miedo, vulnerabilidad e incluso incomodidad. Nos preocupa no ser dignos de la ayuda, tal vez quedarle a deber algo a la otra persona o, de alguna manera, ser inferiores a quienes nos asisten. Pero nada de esto es cierto, sólo es una más de las trampas negativas del ego.

En tercer lugar, tenemos que recordar lo paradójico que resulta recibir la opinión y la ayuda de otros: aunque nos puede beneficiar en gran medida lo que los demás tengan que decir, en el fondo, las respuestas, el apoyo y la guía que buscamos siempre están en nuestro interior. El problema es que a menudo lo olvidamos. En esos casos, el apoyo de quienes están en el exterior es un recordatorio que nos sirve para encontrar la sabiduría interna. Al aceptar esta importante paradoja tenemos más libertad para pedir y recibir apoyo, y al mismo tiempo nosotros mismos nos lo brindamos de una manera muy saludable y contundente.

Bibliografía

Robbinson, M. (s.f.). Nada cambia si tú no cambias.

PSICÓLOGA EN VECINDARIO 

MARÍA JESÚS SUÁREZ DUQUE

RESERVA ONLINE👍 

PSICÓLOGA INFANTIL, ADOLESCENTES, ADULTOS Y MAYORES

TERAPIA DE PAREJA

TERAPIA DE FAMILIA

PSICÓLOGA ONLINE Y PRESENCIAL 

 

 

Atención psicológica en problemas de: 

Atención psicológica en:

 Atención psicológica en otros trastornos:

 

Precio 60 euros

Duración 1 hora

Pedir cita: 

Consultas

 

Psicóloga María Jesús Suárez Duque

C/ Tunte,6 Vecindario (Frente al Centro Comercial Atlántico, a la derecha de la oficina de correos)

Pedir cita: 630723090

https://www.psicologavecindariomariajesus.com/

Comentarios

Entradas populares de este blog

Psicóloga María Jesús Suárez Duque TRASTORNOS DEL SUEÑO: Autorregistro del sueño

   Autorregistro del sueño Días de la semana Antes de acostarse Por la mañana Si he dormido durante el día, tiempo aproximado que he dormido Horario de acostarme Tiempo aproximado que tardé en dormirme Nº de veces que me desperté por la noche Tiempo aproximado que tardé en dormirme Hora de despertar Grado de descanso (0-10) Lunes                     Martes                     Miércoles                     Jueves                     Viernes                     Sábado                     Domingo                      Observaciones:     Centro de Psicología María Jesús Suárez Duque C/ Tunte,6 Vecindario (Frente al Centro Comercial Atlántico, a la derecha de la oficina de correos) Pedir cita: 630723090 https://www.psicologavecindariomariajesus.es/ RESERVA ONLINE👍  PSICÓLOGA INFANTIL, ADOLESCENTES, ADULTOS Y MAYORES TERAPIA DE PAREJA TERAPIA DE FAMILIA PSICÓLOGA ONLINE Y PRESENCIAL    Psicóloga infantil y adolescentes Psicóloga adultos y mayores Atención psicológica individual Terapia de pa

Psicóloga María Jesús Suárez Duque TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO: Trastornos impulsivos-compulsivos

  TRASTORNOS IMPULSIVOS-COMPULSIVOS La impulsividad y la compulsividad se proponen como endofenotipos, concretamente síntomas relacionados con circuitos cerebrales específicos y que están presentes de forma transdiagnóstica como una dimensión de la psicopatología que traspasa numerosos trastornos psiquiátricos:  Trastornos del espacio obsesivo-compulsivo Adicciones a sustancias/conductas Disruptivo/control de impulsos Sexual TOC Tricotilomanía Pellizcarse la piel Trastorno dismórfico corporal (TDC) Acaparamiento Síndrome de Tourette/trastornos de tics Trastorno de movimientos estereotipados Trastorno del espectro autista Hipocondriasis Somatización Drogadicción Juego Adicción a internet Adicción a la comida (ingesta compulsiva, obesidad) Compra compulsiva Piromanía Cleptomanía Trastorno explosivo intermitente Violencia impulsiva Trastorno de personalidad limítrofe Autolesión/conducta parasuicida Conducta antisocial Trastorno conductual Trastorno de oposición desafiante Manía TDAH Hiper

LOS MOTIVOS SOCIALES SEGÚN EL MODELO DE FISKE

Para poder adaptarse a la vida en grupo, los seres humanos necesitan desarrollar una motivación que les impulsara a formar parte de un grupo y pertenecer en él incluso cuando sus intereses individuales se vieran momentáneamente perjudicados. La psicóloga social estadounidense Susan Fiske (2002, 2010) propone cinco motivos sociales universales, es decir, motivos que impulsan a las personas a vivir con otros y a funcionar de forma adecuada en las relaciones, y que serían producto de la evolución de la especie: 1)       La pertenencia . Fiske considera fundamental el motivo de pertenencia porque en torno a él se organizan los otros cuatro. Lo define como la necesidad de relaciones fuertes y estables con otros. Además de incrementar la supervivencia individual, también beneficia al grupo al aumentar la probabilidad de que los miembros cooperen y se involucren en una acción coordinada. Las personas necesitan estar implicadas en alguna relación y pertenecer a algún grupo